Un Picasso o un Miró para pagar las deudas con Hacienda
La Hacienda Pública española percibió entre 1997 y 2008 un conjunto de obras de arte de autores españoles e internacionales valoradas en 200 millones de euros como pago de deudas tributarias, según datos del Gobierno.
Obras de Picasso, Miró, Dalí, Tapiés, Berruguete o El Greco sirvieron a algunos contribuyentes para saldar sus deudas con el fisco, que ha visto cómo en una década obras de arte de gran valor artístico e histórico pasaban a formar parte del patrimonio nacional en manos del Estado.
Según el reglamento general de Recaudación de los tributos, los bienes entregados en pago de impuestos de titularidad estatal deben ser adquiridos por el Estado y, por definición, deben ser bienes que forman parte del Patrimonio Histórico Español inscritos en el Registro General de Bienes de Interés Cultural o en el Inventario General de Bienes Muebles, cuyo destino y gestión es competencia del Ministerio de Cultura.
En virtud de esta norma, el valor de los bienes adquiridos por el Estado español como pago de deudas tributarias ascendió, entre 1997 y 2008, a 199,01 millones de euros. De este total, prácticamente dos tercios (el 71,3%) se correspondieron con obras de arte compradas a contribuyentes residentes en la Comunidad de Madrid por un valor de 141,98 millones de euros.
Madrid, Asturias y País Vasco acaparan las entregas
Después de Madrid, los contribuyentes de Asturias fueron los que más emplearon este recurso para sufragar sus deudas con Hacienda, por un importe de 21,9 millones de euros, el 11% del total. A continuación, figuran los declarantes del País Vasco, con 14,1 millones de euros, el 7%. De esta forma, el 90% de todos las cuadros, esculturas, dibujos o grabados adquiridos por la Hacienda Pública procedían de contribuyentes de estas tres comunidades.
Entre las obras de arte que han pasado estos doce años a engrosar el patrimonio artístico español, destacan por su valor tres obras firmadas por el malagueño Pablo Ruiz Picasso, que fueron adquiridas por el Estado en 1999 por 8,61 millones de euros (1.434 millones de pesetas).
Un Picasso y un Miró por 12 millones
También de Picasso, la Hacienda Pública compró en 2001 a cambio del pago de impuestos el óleo sobre lienzo 'Le Compotier' por 8,08 millones de euros (1.344 millones de pesetas). En el mismo año, un óleo del catalán Joan Miró ('Painting') y una escultura en bronce de Picasso ('Tete de femme') costó al Estado 12 millones de euros (2.000 millones de pesetas).
Un año antes, en 2000, el fisco se cobró con un óleo del holandés Rubens ('Diana y sus ninfas cazando') y seis obras de Joan Miró una deuda tributaria que ascendía a 23,2 millones de euros (3.872 millones de pesetas).
Con la llegada del euro, en 2002, el Estado siguió adquiriendo obras de arte para hacer frente a los impagos tributarios. Entre las más importantes por su valor económico, destaca un cuadro de El Greco, titulado 'Apostolado del Marqués de San Feliz', por importe de 18,7 millones de euros.
La adquisición más reciente y con un valor más elevado, comprada en 2006 y que puede contemplarse en el Museo del Prado, es una colección de bodegones españoles de los siglos XVII y XIX formada por 40 pinturas, con un valor de 26 millones de euros.
Dos cuadros del español Joaquín Sorolla ('Retrato del pintor Don José Jiménez Aranda' y 'Los guitarristas') y otro más de Francisco de Goya ('San Juan Bautista'), junto con dos obras de Tarsila de Amaral y Rothko, fueron adquiridos por el Estado en 2003 por 10,8 millones de euros también como pago de impuestos.
Muchas de estas obras de arte se pueden contemplar en museos como el Prado, el Reina Sofía, Sorolla, o el de Artes Decorativas en Madrid; el Teatro de Almagro (Ciudad Real), el Museo Nacional de Escultura de Valladolid o los museos de Bellas Artes de Murcia y Oviedo, entre otros.