El grupo automovilístico estadounidense General Motors (GM) y el fabricante austríaco-canadiense Magna han alcanzado un principio de acuerdo para asegurar la viabilidad de Opel y protegerla de los acreedores de GM en caso de que finalmente se declare en bancarrota en EEUU. El acuerdo se produjo ayer después de que el fabricante automovilístico italiano Fiat decidiera no acudir a una reunión de emergencia convocada por el Gobierno alemán. Tras una reunión extraordinaria de dos horas en Bruselas, los ministros de Industria de los Veitisiete salieron convencidos de que el aval financiero de 1.500 millones de Alemania para Opel a través de una sociedad fiduciaria beneficiará a todas sus plantas en el continente.