PSOE y PP fijan los principales 'agujeros' de la nueva Europa
Tras la Unión Monetaria, se echa de menos una política económica común.
La campaña electoral del 7-J discurre por dos coordenadas, la primera de política nacional, que PSOE y PP aprovechan para movilizar a sus electorados, y la segunda de clave europea, casi oculta, en la que ambas formaciones políticas reflejan en sus programas los principales 'agujeros' de la construcción comunitaria.
A estas alturas de la construcción europea, PSOE y PP tienen claro que los principales avances se han dado en la unidad monetaria, pero que la Europa económica ha quedado relegada, y no digamos ya la política. Enzardados como están en una campaña de perfil nacional, ambas formaciones parecen haber olvidado la importancia que tiene transmitir a los ciudadanos que más del 50% de la producción legislativa ya parte de Bruselas. Han preferido dejar para sus programas las ofertas de naturaleza comunitaria, en la que de forma implícita se detectan los principales 'agujeros' de la Unión.
Desde este prisma, si las adherencias de la política nacional no condicionaran la campaña electoral, el PSOE y el PP podrían presumir de compartir un programa casi común en lo que afecta a los grandes ejes de la construcción europea y a sus grandes retos económicos.
Los socialistas abogan en su programa por evitar en plena crisis el populismo y las tentaciones proteccionistas
Las recetas del PP, formación que parte con ventaja en casi todas las encuestas, dedican una atención especial a la necesidad de conseguir un ambicioso desarrollo del Tratado de Lisboa una vez se ratifique, así como a la apuesta por generar un modelo económico más competitivo, cohesionado y solidario.
En opinión del PP, uno de los lastres que arrastra España proviene de una mala negociación de la financiación europea para el periodo 2007-2013, que se saldó con una pérdida de 30.433 millones de euros si se comparan con los recursos obtenidos en su día por los gobiernos populares.
Costes de la ampliación
Como resultado de ello, España pagaría el 25% de los costes de la ampliación cuando su PIB representa tan sólo el 8% de conjunto de la UE, argumenta este partido. La aportación española, se añade en el discurso del PP, será 3,5 veces superior a la alemana, dos veces superior a la francesa y siete veces superior a lo que aportan holandeses y suecos.
La situación podría mejorar, asegura la actual dirección del PP, si se apuesta por un ambicioso desarrollo del Tratado de Lisboa cuando se ratifique, una nueva estrategia económica a nivel europeo que asegure la competitividad, el empleo, la integración de los mercados y la sostenibilidad del sistema financiero. En este abanico quedan identificados algunos de los principales 'agujeros' de la construcción comunitaria.
Los socialistas coinciden con el PP en la necesidad de regresar cuanto antes a la disciplina presupuestaria, en cuanto la crisis lo permita. Pero la prioridad para la candidatura que encabeza Juan Fernando López Aguilar es revertir la crisis económica para frenar la destrucción de empleo.
Esta prioridad se incorporará a la próxima presidencia española de la UE, donde se hará una apuesta clara por las políticas de innovación. Evitar el populismo y las tentaciones proteccionistas va a ser una constante en el discurso de los socialistas, convencidos de que debe darse una respuesta a aquellas voces que abogan por el abaratamiento del despido y la pérdida de cohesión social.
En el programa del PSOE no se disimula tampoco la querencia por aumentar el gasto público siempre que sirva para incentivar inversiones creadoras de empleo y ayudar a los sectores que contribuyan a mantener el tejido productivo. El PSOE anticipa que durante la Presidencia europea, el Gobierno va a emplearse con fuerza en la revisión del marco plurianual del Presupuesto comunitario, en función de las nuevas prioridades.
El mantenimiento de una política agrícola común que favorezca el medio ambiente, una mayor regulación en los mercados y la negociación de un pacto europeo que albergue las políticas del estado del bienestar, son otros de los pilares en los que descansan las recetas socialistas para estos comicios.
Algunos retos
Proyecto común: La UE sigue sin encontrar un guión compartido con el que coronar la construcción comunitaria.Déficit democrático: Algunas de las principales instituciones europeas carecen de controles, pese a recortar el poder de los Estados.Armonización: es inexistente en ámbitos tan importantes como el fiscal o el laboral.