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Patronal

La industria alimentaria eleva sus ventas un 1,4% en 2008 y asiste a un avance de las marcas blancas

La industria española de alimentación y bebidas cerró 2008 con unas ventas de 83.204 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 1,4% respecto al año anterior, pese al frenazo del consumo, aunque en los primeros meses de este ejercicio está comenzando a llegar al sector "la ola" de la crisis.

El sector se ha consolidado como la primera industria manufacturera del país, con una aportación del 16,4% al PIB industrial y del 7,61% al PIB español, según destacó en rueda de prensa el presidente de la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), Jesús Serafín Pérez.

Junto al secretario general de la patronal, Jorge Jordana, Serafín Pérez presentó el Informe Económico 2008, que recoge que el empleo creció un 2,99%, de manera que un total de 31.106 empresas dieron trabajo a 502.150 trabajadores.

El presidente de la patronal destacó la contribución de la industria alimentaria al sector exterior, con una mejora de la tasa de cobertura de 5,13 puntos porcentuales, hasta situarse en el 99,38%.

No obstante, las empresas alimentarias, especialmente las pymes, están comenzando a notar el impacto de la crisis, aunque con menor intensidad que otros sectores, según afirmó Jordana.

En concreto, algunos subsectores más ligados al ocio y a la hostelería están reduciendo su producción un 7%, y el resto de alimentación sólida, un 2%, una situación que implicará destrucción de empleo, según Jordana.

"Se empieza a notar que el agua sube y que algunos bajitos se empiezan a ahogar", agregó el secretario general de FIAB, quien precisó que el canal de hostelería cayó un 7% en 2008 y que en 2009 "ya se habla de dos dígitos", mientras que el canal doméstico crece, especialmente los productos de menor precio, como las legumbres.

Preguntados por el cierre de empresas como consecuencia de la crisis, los dirigentes de la FIAB afirmaron que, debido fundamentalmente al proceso de concentración del sector, la industria alimentaria pierde un millar de empresas al año desde 1977.

El presidente de la FIAB lamentó que, pese a estos datos, la industria alimentaria sufre una "gran invisibilidad" en relación los poderes públicos, cuando, en su opinión, podría erigirse como uno de los "motores tractores" de la economía del país en el proyectado cambio de modelo económico.

Avance de las marcas blancas

En relación con el auge de las marcas blancas, advirtió de que los productos de menor valor añadido facilitan la deslocalización de las producciones y, como consecuencia, la pérdida de tejido industrial. "La imagen de un país depende de muchos factores, pero también de sus marcas", comentó, antes de incidir en que reducir el valor "no es que sea malo para la industria, es malo para el país".

A este respecto, Jordana defendió la necesidad de que las empresas marquistas del sector hagan un esfuerzo para informar al consumidor de que sus productos "no son idénticos" a los de la distribución.

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