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Fiscalidad

Hacienda recauda el doble de lo que ofrece por comprar un automóvil nuevo

Los 1.000 euros de ayuda que el Gobierno y la mayoría de comunidades darán por la compra de un nuevo coche en el marco del Plan 2000E puede llegar a ser rentable para Hacienda si logra estimular la demanda. Hasta ahora, por la compra de un coche medio, la Administración ingresa 3.400 euros. Así, descontando el coste de la nueva ayuda fiscal, Hacienda obtendrá un ingreso de 2.400 euros por cada coche adicional que se venda.

El plan para revitalizar el sector automovilístico contempla que la Administración central y las comunidades ayuden con 500 euros cada una y los fabricantes con 1.000 euros a los contribuyentes que adquieran un vehículo ahora. En contra de lo que pueda parecer, esta medida puede suponer un buen negocio para las arcas públicas si logra seducir a compradores que no tenían previsto adquirir un nuevo vehículo.

Ello es así porque cuando un consumidor compra un vehículo paga el impuesto de matriculación -cuyo tipo va de cero a 13,75% dependiendo de si contamina más o menos- y un 16% en IVA. Estos tipos se aplican sobre el valor del vehículo antes de impuestos -cifra que determina la base imponible-. El precio medio, según los datos acumulados hasta marzo, asciende a 16.394 euros por coche. El resultado final es que Hacienda (tanto la estatal como la autonómica) ingresa de promedio 3.400 euros por cada venta. Así, al restarle los 1.000 euros de ayuda de la Administración, las arcas públicas obtienen un superávit de 2.400 euros. Dicho de otra forma, ganan más del doble de lo que aportan.

Una cifra que podría ser menor si se descuenta del precio final del vehículo los 1.000 euros de ayuda que debe poner el sector del automóvil. Sin embargo, los expertos aseguran que el esfuerzo actual en promociones ya es muy elevado y vaticinan que la ayuda de los 1.000 euros no se añadirá a los descuentos que ya se están ofertando, sino que los sustituirá. Ello significa que la base imponible no variará respecto a meses anteriores. Según datos de la patronal de concesionarios Faconauto, el descuento medio por vehículo asciende a 2.436.

Gobierno central y comunidades se reparten la recaudación

Para que la medida sea efectiva para el mercado y, de paso, permita obtener un beneficio para las cuentas públicas, es imprescindible que la demanda aumente con personas que no tenían previsto cambiarse su coche. Si ello no se logra, la medida será deficitaria, ya que servirá a contribuyentes que, independientemente del incentivo, ya tenían decidido adquirir un vehículo. "Si no se produce una demanda adicional, no servirá de nada", dicen desde el sector. Un reciente estudio de la patronal de fabricantes Anfac calculó, bajo la hipótesis de que el Gobierno aprobara una ayuda de 1.500 euros, que se crearía una demanda adicional de 162.000 unidades, lo que reportaría un superávit fiscal de 262 millones de euros.

Los datos de Hacienda corroboran la atonía del sector. En el primer trimestre se matricularon 147.546 vehículos nuevos y comprados en España, un 30% menos que en el mismo periodo del año anterior.

Ante esta crítica situación, el Gobierno, siguiendo el ejemplo de países como Alemania, impulsó la ayuda directa de 2.000 euros dirigida a particulares, autónomos y pymes que compren un vehículo para sustituir a otro de más de 10 años que destinen a chatarra. El incentivo -que entró en vigor el pasado 18 de mayo- sólo será aplicable si el vehículo adquirido no supera los 30.000 euros, IVA incluido. Más del 90% de los coches que se han comprado en el primer trimestre están por debajo de ese precio. Otra condición es que el coche nuevo emita, como máximo, 149 gramos de CO2, un límite que cumplen más del 60% de los automóviles comprados.

Un café para todos frustrado

El Gobierno pretendía que el plan 2000E de ayuda al sector se aplicara homogéneamente en todo el territorio, objetivo que ha chocado con algunos ejecutivos autonómicos como el de Madrid, que directamente no aplicará la medida, y también con Cataluña, que ha flexibilizado las condiciones para beneficiarse de la medida fiscal. La Generalitat abonará 500 euros a todos aquellos que compren un vehículo por debajo de 49.000 euros, en lugar de los 30.000 del Gobierno. Y tampoco exigirá un mínimo de emisiones de CO2 para acceder a la ayuda. Así, los coches de alta gama y contaminantes obtendrán el mismo incentivo que el más modesto de los utilitarios.La Comunidad de Madrid, por su parte, ha rechazado el plan del Gobierno y ha aprobado su propio incentivo. El Gobierno regional dará una ayuda a cada contribuyente que adquiera un coche que equivaldrá al 20% del coste del impuesto de matriculación. Esta medida puede considerarse regresiva, ya que los coches más caros suelen ser los que más contaminan. Un automóvil con una emisión de CO2 inferior a 120 g/km no debe pagar el impuesto de matriculación y, por tanto, queda excluido de la ayuda de la Comunidad de Madrid. En cambio, los coches más contaminantes, que tributan al 14,75% en el impuesto de matriculación, si que se beneficiarán de la medida aprobada por la presidenta regional Esperanza Aguirre.

Los tributos

Tipos y recaudaciónIVA: La mayor parte de los ingresos fiscales por la venta de un coche benefician a la Administración central, ya que ingresa el 16% del IVA, aunque después cede una parte, el 35%, a las comunidades.Matriculación: La mayoría de compradores de coches pagan un 4,75% por el impuesto de matriculación, un tributo que se abona sólo una vez al adquirir el automóvil y que engrosa las arcas de las comunidades autónomas.

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