La rebotica de una polémica sentencia
Los farmacéuticos europeos (al menos, los que tienen farmacia) están de enhorabuena. El Tribunal de la UE rechazó la semana pasada las tesis de la Comisión a favor de la liberalización de esa lucrativa actividad comercial. Hay quien intenta empañar esa victoria de las farmacias esgrimiendo las relaciones de pareja del juez ponente durante el pleito. El letrado, francés, está casado con una farmacéutica que en febrero de 2007, poco antes de que su marido se hiciera cargo del caso, vendió la botica a su hija. Un conflicto de interés, según los críticos, que cuestiona la neutralidad de la sentencia. El argumento tiene algunas contraindicaciones porque el juez ponente se limitó a dar un dictamen orientativo. Y la Gran Sala del Tribunal que dictó el fallo estaba compuesta por 13 jueces. Y no parece que ninguno de ellos tenga una rebotica en casa.