Según la compañía, dichos contratos se refieren al servicio de mantenimiento de instalaciones de gas y calefacción, al de urgencias eléctricas, a los seguros de protección de pagos, así como a la asistencia de pymes y el servicio de reparaciones y de orientación jurídica.
El pasado año, la empresa, alcanzó el millón de contratos. Iberdrola, a través de estas iniciativas, pretende facilitar la adaptación de los consumidores al mercado eléctrico liberalizado, ya que el próximo 1 de julio entra en vigor el suministro de último recurso (SUR).