La vida sigue igual en ACS
A Florentino Pérez se le debe estar viniendo a la memoria la etapa de estudiante. Con el verano en puertas, pasa su segundo examen en sólo 11 días. El primero, con 200 periodistas formando el tribunal, fue el de la presentación de su candidatura a la presidencia del Real Madrid. Vista la repercusión, la nota fue buena. El segundo lo afronta hoy en la junta de accionistas de ACS.
"Desde la perspectiva que da el tiempo reconozco que aquella decisión abandonar la presidencia del club blanco que tomé hace algo más de tres años fue equivocada", dijo en los primeros compases de su discurso. Un gesto de humildad que no tendrá que repetir ante quienes invierten en su empresa.
El año pasado por estas fechas Pérez aseguró que mantendría a ACS en cifras de crecimiento pese a la crisis. Y el paso de los meses no le han quitado la razón.
ACS se presenta con una desinversión que le ha salido redonda en Fenosa. Ha cobrado a Gas Natural 7.592 millones por el 45% de la eléctrica, lo que arroja unas plusvalías brutas de 2.729 millones (1.859 millones en neto) tres años después de su desembarco.
En el capítulo de Iberdrola se espera que enfrente una dura escalada hasta el 20% del capital con la firme decisión de tener voz en la gestión de la compañía y consolidar el resultado de la participada que gestiona Galán. La posición de caja de ACS, con 5.367 millones entre efectivo y activos líquidos, hace que no tenga gran presión a la hora de acudir al mercado financiero para arrancar esta aventura.
En EE UU, mercado estratégico para quienes invierten en infraestructuras, se ha adjudicado proyectos multimillonarios en Florida, Texas y Carolina del Norte.
Su división de construcción industrial, sin competencia entre los comparables españoles de ACS, no para de crecer (un 10% más en ventas en el primer trimestre).
Y el capítulo de la deuda parece controlado, con 8.983 millones de pasivo financiero neto (eran 16.575 millones al cierre de 2007), de los que 8.860 millones están firmados sin recurso a la matriz (respaldados por las acciones de Iberdrola, Hochtief o activos concesionales). Los actuales ratios de deuda neta/patrimonio neto (2,3 veces) y deuda neta/Ebitda anualizado (5,9 veces) se pueden comparar con los mejores del sector.
Fuentes cercanas al primer ejecutivo de ACS aseguran que ha reservado las últimas tardes a preparar el discurso que va a dirigir a sus accionistas. Las líneas maestras no han trascendido, pero tras recordar los resultados de 2008 -16.010 millones en ventas, un Ebitda de 1.480 millones y un beneficio ordinario neto de 1.127 millones- puede sacar pecho con las cuentas del primer trimestre de 2009.
ACS repite como el grupo de construcción que más factura en España. Los 4.080 millones de cifra de negocios implica un crecimiento del 1,6%, frente a los decrecimientos de rivales como Acciona (-10,7%), Ferrovial (-7,9%) y FCC (-7,5%).
Pero más allá de las ventas, Florentino resaltará esta mañana que ha ajustado las tuercas a ACS para ganar más dinero en tiempos de crisis. Se trata de la única constructora del Ibex que eleva su beneficio: un 11,2% más sin extraordinarios y un 118% más contabilizando la venta de un paquete del 35% de Fenosa el 3 de marzo.
Desglosando partidas, ACS resulta ser la mayor constructora del país, con referencias como Dragados, pero también es la menos expuesta a ese negocio. Un 39% de su facturación depende la obra civil y de la edificación, por un 79% de OHL, un 59% en Acciona, el 54% que presenta FCC o el 42% de Sacyr.
Y es que la citada división de Servicios Industriales, centrada en la construcción y gestión de plantas en el sector de la energía, está sirviendo de bálsamo diversificador. Pesa un 42% en las ventas de ACS y promete abrir mercado en Asia y Europa del Este.
Pérez volverá a compatibilizar la vigilancia de la cuenta de resultados de ACS con las preocupaciones de la tabla clasificatoria de la liga: "No nos pilla de nuevas", dicen en su entorno. Asegura que cuenta con el respaldo de los accionistas. Es evidente que, con las cifras en la mano, no han podido contestarle.