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Marcas

Osborne cambia de cara y rejuvenece al toro

Incluirá su nuevo logotipo en todas las marcas del grupo.

El toro de Osborne
El toro de OsborneManuel Casamayón

Aunque tengas una de las marcas con mayor tradición y solera, el tiempo no pasará en balde para ella. Es el caso de Osborne, la marca de bebidas espirituosas vinculada a la popular silueta del toro. La compañía andaluza ha puesto en marcha la renovación de su identidad corporativa, con más de 200 años de historia a sus espaldas.

Pero el fabricante de brandy no busca un lavado de cara para dar impulso a sus ventas, sino que trata de poner todas sus marcas bajo el mismo paraguas. "Había gente que no sabía que teníamos jamón", justificaba su consejero delegado, Ignacio Osborne. El grupo andaluz es propietario de la marca de embutidos 5J, una de las de más alta gama junto a Joselito.

Junto a ella, el resto de marcas del grupo (Solán de Cabras, Sánchez Romero Carbajal, Anís del Mono, Veterano, Magno, Carlos I o el vino Montecillo) incluirán a partir de ahora el nuevo logotipo de Osborne. "Somos mucho más que brandy y vino de Jerez, pero la gente no lo sabe", explicaba durante la presentación de la marca el director general del grupo, Alfonso Calderón. "Necesitábamos un paraguas que generara coherencia", asumía.

No se trata de un cambio radical, ni de abandonar la silueta que hace unos años copaba los márgenes de las carreteras españolas. "No queríamos cambiar de imagen,", reconocía el consejero delegado del grupo. De hecho, el toro se ha hecho más presente.

A partir de ahora, las letras del logotipo de Osborne se simplificarán y optarán por el color oro. Además, una de ellas incluirá la silueta del toro. "Es una alegoría, como si el toro mirara al futuro a través de una ventana", explicaba Lluis Morillas, presidente de Morillas Brand Design, la firma encargada del rediseño.

"Nos plantearon que querían reposicionar la marca", señalaba Morillas, "y el toro es emblemático". Sin embargo, explica que en un primer momento se llegaron a plantear eliminar la popular silueta. "Teníamos claro que ante la duda de si toro sí o no, pues toro sí, pero preguntamos a los consumidores y la respuesta fue unánime".

"Hasta ahora el toro iba en paralelo a la marca", aseguraba Morillas, "pero ahora se convierte en el key visual", apuntaba. Es decir, "en el emblema". Además, el rediseño ha tratado de mantener el origen del grupo, incluyendo así la fecha de su creación, 1772. "Queríamos añadir valor a la marca sin prescindir de estos dos elementos".

Osborne trata de hacer, además, hincapié en los valores de marca. Pasión, sensorialidad y españolidad, son las claves de la imagen de la firma andaluza, según su director general.

Crecer vía compras

Al margen del nuevo logotipo, Osborne tiene intención de crecer vía talonario. El grupo no desvela su capacidad de endeudamiento, pero sí las áreas de negocio donde centra su interés: embutidos, agua y zumos, vino y espirituosos. Es decir, las divisiones donde ya está presente el grupo. "Se unen dos circunstancias, es una situación complicada, pero se puede vender y comprar a un precio razonable", explicaba el consejero delegado de Osborne. "Además, ahora la financiación es más complicada", asumía. "No podemos comprar las grandes marcas internacionales que adquieren Diageo o Pernod Ricard, pero si le quitas un cero, podemos invertir cientos de millones de euros", aseguraba Ignacio Osborne. "Tenemos capacidad de financiación".

En cuanto a los resultados del último ejercicio, el consejero delegado de Osborne asumía una ligera caída de ventas respecto a 2007, cuando alcanzó los 280 millones de euros. Sin embargo, sí logró mantener estable su resultado neto. La compañía prefiere no desvelar sus cifras de 2008 ante la próxima celebración de su junta de accionistas, pero en 2007 su resultado bruto (Ebitda) se situó en torno a los 37 millones de euros.

En cuanto a los primeros meses de 2009, el grupo asume una nueva caída de ventas. "Pero no en resultado, porque hemos adelgazado costes", afirmaba Alfonso Calderón. "Se ha notado que el vino está más débil".

Respecto a la evolución en los próximos meses, Ignacio Osborne reconoce que no es el momento de hablar de previsiones de facturación para los tres próximos años. "Sería hacer cantos de sirena", aseguró. También recalcó que el grupo ha realizado en los últimos la venta de distintas marcas como Red Bull o el tequila Herradura. "Se puede entrar y salir de un negocio".

Un cambio de look por medio millón

Osborne prefiere no desvelar el importe exacto que ha invertido en su nueva identidad corporativa. Sin embargo, sí asume que ha destinado cerca de medio millón de euros tanto en el desarrollo de la imagen visual, como en la renovación de las líneas de producción que tiene que ir modificando en los próximos meses.Por el momento, Osborne no tiene intención de lanzar una campaña de publicidad en medios, pero sí acciones de marketing directo en los puntos de venta.

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