Los gestores buscan sitio en la carrera bursátil
Según van pasando los meses, la perspectiva que los gestores de fondos tienen sobre la renta variable se va volviendo más optimismta. Si en abril, ya veíamos cierta apertura de los gestores hacia las Bolsas, en la encuesta de mayo, la apuesta es mucho más firme.
Según van pasando los meses, la perspectiva que los gestores de fondos tienen sobre la renta variable se va volviendo más optimismta. Si el mes pasado, ya veíamos cierta apertura de los gestores hacia las Bolsas, en la encuesta de mayo, la apuesta es mucho más firme.
Según la encuesta realizada por Merrill Lynch, los gestores apuestan por tomar posiciones en los mercados emergentes. Por sectores, los cíclicos están entre sus favoritos. A pesar de que las subidas de los últimos meses se han centrado fundamentalmente en los bancos, el sector financiero es una de las apuestas de los gesrores. La compra en los valores financieros se ha convertido en la "más urgente prioridad" de los gestores.
Esta tendencia ha ido en paralelo también a una creciente exposición a los sectores más cíclicos. No en vano, el 57% de los encuestados prevé ahora una mejora de la economía en los próximos 12 meses, casi el doble que el 26% de abril, y muy lejos del 60% que auguraba un mayor deterioro el pasado mes de octubre.
El resultado de esta clara mejora de perspectivas es que los gestores pasan a infraponderar, por primera vez desde principios de 2005, un sector defensivo por excelencia como es el farmacéutico.
Telecos y utilities han perdido peso también en las carteras de los gestores, en favor de empresas más cíclicas como las energéticas, las industriales y las de materiales. Los valores financieros, por su parte, gozan de la mejor opinión entre los gestores desde hace casi dos años, desde junio del año 2007.
Por áreas geográficas, los mercados emergentes se convierten en los favoritos. Un 46% de los encuestados opta por 'sobreponderar' la inversión en este tipo de mercados, frente al 26% de abril. Desde hace seis años los gestores no se mostraban tan optimistas sobre la evolución de la economía del gigante asiático.