Sindicatos y patronal reciben con cautela el "gran acuerdo" anunciado por Zapatero
La falta de concreción en torno a cómo y cuándo tendrá lugar el relanzamiento del diálogo social y el hecho de que el presidente del Gobierno lo anunciara en un mitin de precampaña de las elecciones europeas ha hecho que la propuesta de José Luis Rodríguez Zapatero sea recibida con cierta incredulidad por parte de los agentes sociales.
Ni sindicatos, ni patronal han recibido ningún tipo de comunicación desde el Ejecutivo para informarles de la intención de Zapatero de pactar "un gran acuerdo" en el que establecer "un nuevo modelo de crecimiento con la suma de todos", tal y como él mismo hizo público el domingo. Pese a que el presidente habló de que éste se producirá "en las próximas semanas", aún no se ha fijado ninguna fecha para retomar una negociación que lleva meses paralizada.
Los sindicatos, que valoraron la noticia como respuesta a sus peticiones de modificar el actual sistema productivo, criticaron, sin embargo, su utilización como mensaje electoral, antes incluso de que se les haya notificado directamente. Tanto UGT como CC OO confían en que la reunión con Gobierno y empresarios subsane la gran "laguna" del catálogo de medidas que saldrán del debate del estado de la nación: la ampliación de la cobertura social de los parados.
En cuanto a la creación y mejora de la calidad del empleo, desde CC OO se muestran partidarios de sustentar el cambio en "cimientos distintos". "Hay que tener en cuenta la economía verde, el desarrollo tecnológico, la innovación, la transformación del modelo de empresa y la discusión sobre el modelo energético", propuso ayer su secretario general, Ignacio Fernández Toxo, según informa Europa Press.
La patronal, por su parte, espera tener éxito en su aspiración de reformar el mercado laboral. Su propuesta -que incluye introducir a las empresas privadas en la recolocación de desempleados y abaratar el coste del despido- ha sido rechazada por el Gobierno, pero goza de mejor fama entre los los grupos parlamentarios más conservadores. A la expectativa de lo que ocurra, la CEOE se abstuvo ayer de valorar el anuncio de Zapatero, hasta que se les convoque oficialmente.
Pese a la sangría de parados, la confrontación entre los objetivos del empresariado y los sindicatos ha mantenido el diálogo social bloqueado desde el pasado 2 de marzo, cuando el Gobierno aprobó "con cierto consenso" su paquete de medidas para mantener el empleo. Quizás por eso, unos y otros reciben con cautela el anuncio de que en unas semanas todos pactarán el gran acuerdo que decidirá el futuro económico del país en las próximas décadas.