"Esta crisis va a poner las cosas en su sitio"
Lidera la bodega que fundó en 1999 su marido, José María Entrecanales, fallecido el pasado julio, ubicada en la finca familiar La Verdosa (Toledo) y de la que se extraen 70.000 botellas anuales. Su objetivo es mantener la esencia familiar del negocio.
Natural, divertida, optimista. Advierte que siempre ha estado en un segundo plano y que las entrevistas no le gustan nada, pero acepta el interrogatorio y la sesión de fotos de buena gana. Acaba de hacerse cargo de la gran pasión que su marido, José María Entrecanales, fundador de Acciona, sentía por el mundo del vino. MaríaMarsans, madrileña, de 55 años, es licenciada en Periodismo, propietaria de la tienda de papeles de diseño Papelmanía, y confiesa ser una aprendiz en el sector vinícola, a pesar de haber estado involucrada en este proyecto empresarial desde que arrancó hace una década. La cita es en la finca La Verdosa, ubicada en Santa Cruz de Retamar (Toledo), donde la familia Entrecanales se reúne los fines de semana.
¿Dónde se encuentra el origen de Bodegas Arrayán? Mi marido era un gran aficionado como consumidor de vino, y cuando era presidente de Acciona compró una bodega de Ribera de Duero, Hijos de Antonio Barceló. Siempre había querido vivir el mundo del vino desde dentro y se sentía medio bodeguero. Empezó a entrarle el gusanillo y decidió plantar unas viñas en la finca, con todo tipo de técnicas vitícolas innovadoras. Y ahora tenemos plantadas 26 hectáreas de uva syrah, merlot, cabernet sauvignon y petit verdot. Todo esto es obra de mi marido.
¿Usted no participaba del proyecto? Era testigo de todo lo que hacía mi marido, pero nunca me imaginé que me acabaría ocupando yo de la bodega. De todas formas, es fácil engancharse al mundo del vino. Es un sector atractivo porque estás en contacto con la naturaleza, dependes de factores externos, es emocionante.
Alguna complejidad tendrá... La comercialización en España es lo más difícil porque hay un montón de leyes no escritas que nadie te dice, por ejemplo, la crítica, que en otros mundos comerciales no existe. Hay que ir dando pasitos poco a poco. Para llegar a vender el vino tienes que recorrer un gran camino. Es otro aprendizaje más de la vida.
¿Cómo gestiona la bodega? No creo que yo dirija la bodega, me estoy integrando en el equipo. Y el secreto de todo esto no es más que mucho trabajo, un buen equipo y continuidad. Nadie te dice a priori, por ejemplo, la importancia que tiene la viña, la tierra, que hay que controlar a diario. Y después está la comercialización. Lo uno sin lo otro no sirve de nada.
El sector vinícola es de los más competitivos, ¿no le asusta? Es tremendo. Acabo de estar en la Feria Nacional del Vino, que se ha celebrado en Ciudad Real, y cuando llegué me asusté porque en la puerta había un cartel que decía que había inscritas 1.200 bodegas. Es una barbaridad. Al principio te da vértigo, pero luego surge un segundo pensamientomás positivo, y es que todos estamos en el mismo carro y recorriendo juntos el camino. Es un reto empresarial más. En España se hace mucho vino y bueno, y en otros país sucede lo mismo, pero ahora además todos tenemos acceso a ellos. Todos los países hacen vinos que llegan a todos los lugares.
¿Cómo la han aceptado en el sector vinícola? Muy bien, pero es que yo me siento en periodo de aprendizaje, integrándome en el equipo con mucha humildad. En Toledo tenemos también al marqués de Griñón que ha sido pionero y ha hecho mucho por el vino en España. Nos ha ayudado mucho. Yo sólo aporto trabajo. Soy una gran trabajadora. Creo que muchas cosas se consiguen con calidad, suerte y casualidad pero detrás siempre tiene que haber trabajo. Lo que no soy es vendedora.
¿Está afectando la crisis al consumo del vino? El vino es un indicador de consumo y esta crisis está cambiando las costumbres porque la gente sale menos y consume más en casa que en el restaurante. Sucederá que los grandes grupos empresariales absorberán las bodegas más pequeñas. De todas formas, esta crisis también es educacional, de valores, porque va a poner las cosas en su sitio.
¿Qué enseñanza ha extraído de la convivencia con su marido? José Mari era un gran empresario, muy inteligente y que ha tenido éxito en todo lo que ha hecho. Puede que haya influido en todo esto el factor suerte pero si de algo me he dado cuenta es que detrás había mucho trabajo, esfuerzo y tesón. Mi marido era osado y valiente en el mundo empresarial. Le divertían los retos y demostrarse a sí mismo que podía hacerlo. Su inmersión en el mundo del vino era una apuesta. He aprendido muchas cosas, pero creo que he tomado pocos apuntes, aunque sé que si sigo su manera de hacer las cosas, no me voy a equivocar. Era una persona tremendamente innovadora. Se hizo bodeguero pensando en una ocupación para cuando dejara de trabajar en Acciona. Pertenecía a una generación de profesionales hechos a sí mismos que no sabían hacer otra cosa que trabajar.