Santander, condenado a pagar 74.810 euros a un cliente
El Tribunal Supremo ha condenado a Banco Santander a indemnizar a un cliente con 74.810 euros por los daños y perjuicios que le causó al tener que dejar su domicilio, porque su mujer lo había puesto como garantía -sin su conocimiento- de un préstamo concedido a su hijo, que éste no pagó. El Alto Tribunal declara en su sentencia que existió un comportamiento "negligente" por parte de la entidad, al no adoptar las "cautelas mínimas exigibles" para esclarecer la situación de la vivienda construida sobre la finca hipotecada.
Los hechos se remontan a 1990, cuando la esposa del demandante y su consuegra constituyeron una hipoteca sobre fincas a favor del banco como garantía de un préstamo concedido a los hijos de ambas, unidos en matrimonio. Según la sentencia, como consecuencia del incumplimiento del préstamo, Santander inició un "procedimiento sumario hipotecario" por el que adjudicó una de las fincas hipotecadas de la esposa del demandante a una gestora del banco sin el conocimiento del demandante.