Montmeló mantiene el tirón de la Fórmula 1
Las evoluciones de los grandes equipos, atractivo del GP de España.
La crisis económica, el tradicional alto precio de las entradas de la Fórmula 1, el mal arranque de Alonso de la temporada y hasta el tiempo, que amenaza con estar nublado todo el fin de semana, aunque sin lluvia. Todo inconvenientes para el Gran Premio de España de Fórmula 1 que se celebra este fin de semana en el Circuito de Catalunya, en Montmeló. Sin embargo, el recinto catalán presentará el domingo a la hora de la carrera una buena entrada. Posiblemente se superen los 100.000 espectadores, una cifra de auténtico lujo si se compara con otros trazados o con otras épocas en el propio circuito, pero que supone una fuerte pérdida de espectadores respecto al año pasado, cuando se superaron los 132.000.
El Circuito de Catalunya albergará por decimonovena edición consecutiva el Gran Premio de España. Desde que el trazado fue inaugurado en 1991, Montmeló ha ido creciendo en espectadores desde el primer gran premio de fórmula 1, que acogió a unas 78.000 personas. La irrupción de Fernando Alonso en la máxima categoría del automovilismo deportivo fue el empujón definitivo para acabar de llenar las gradas del recinto y atraer al público español, ya que tradicionalmente la mayoría de espectadores eran extranjeros.
Sin embargo, la crisis llega para todos. Si los equipos han tenido problemas para retener o conseguir patrocinadores, si la propia organización tiene más dificultades de las habituales en vender los palcos de lujo, el conocido Paddock Club donde se junta lo mejor de cada casa, imagínense lo que puede suponer para los aficionados, y especialmente para aquellos que no vivan de una manera especial este acontecimiento, tener que desembolsar los más de 100 euros que vale la entrada más barata con derecho a asiento.
El Circuit de Catalunya tendrá menos espectadores que en los últimos años, pero superará los 100.000
Resulta evidente que esta disminución de espectadores afecta al negocio inducido por la propia carrera tanto en Barcelona como en sus alrededores. Los cálculos que estiman en alrededor de 200 millones de euros la cantidad que se dejan los visitantes durante los días que acuden a Montmeló para ver los entrenamientos y las carreras, también se reducirán este año. Es pronto para hacer un cálculo, si bien hay un dato que deja entrever cómo afecta la situación actual de crisis a los espectadores. La ocupación hotelera rondará este año el 82% durante este fin de semana en Barcelona. Es una dato inferior al de años anteriores, cuando prácticamente era imposible conseguir una habitación en cualquier hotel hasta prácticamente Tarragona. En 2007, posiblemente el año que más españoles vibraron con la F1, la zona de influencia del Circuito de Catalunya logró una ocupación del 100%. Hay que destacar que el gran premio coincide con el Salón del Automóvil de Barcelona.
Son en todo caso cifras para ser optimistas. Montmeló aguanta el tirón y sigue siendo una cita ineludible para los aficionados españoles y europeos a la Fórmula 1. La entrada en el calendario el año pasado de Valencia con el Gran Premio de Europa en su circuito urbano no ha afectado al público que asiste el recinto catalán de manera notable. Es más, los problemas parecen más graves en la capital valenciana, donde el ritmo de venta de entradas para este año es ínfimo y, encima, Bernie Ecclestone mandó un recado a la organización hace unos días al deslizar entre líneas su desagrado con la organización del año pasado.
El jueves, en la primera jornada en la que se abren las puertas del circuito para que los aficionados puedan visitar los boxes y ver de cerca a los pilotos, casi dos decenas de miles de personas buscaron desesperadamente el autógrafo de Fernando Alonso. Mientras el asturiano siga en la alta competición, la Fórmula 1 seguirá teniendo tirón en España.
Presión para los grandes
El Gran Premio de España supone la llegada a Europa del mundial de Fórmula 1 y la cita clave en la que los equipos empiezan a introducir las primeras innovaciones a los monoplazas. Este año es especialmente importante tras un polémico arranque de temporada por los difusores dobles que han montado varias escuderías, legales pese a las críticas de los que no supieron leer esta opción en el reglamento.Tras las cuatro primeras carreras no debería llamar tanto la atención que Brawn GP esté liderando el campeonato o que Red Bull haya logrado una meritoria victoria y esté siempre en los primeros puestos. En ambos casos hay grandes nombres tras los monoplazas.Más presión soportan aquellos equipos a los que se les supone poderío, como Ferrari, McLaren o BMW. En las pruebas del viernes sólo BMW dio un salto considerable, mientras que otro independiente, Williams, dio la campanada.
Nombres propios en el circuito
FERNANDO ALONSO. El piloto español está dispuesto a dar ¢el 130%¢ en el circuito que acoge a sus aficionados más próximos. Con todo, la evolución de Renault puede no ser suficiente para lograr engancharse al grupo de cabeza. Alonso, eso sí, cuenta con su talento para suplir las deficiencias del R28.JENSON BUTTON. El líder del mundial vive el mejor momento de su carrera. Con un coche a la altura de su capacidad está demostrando ser muy fiable en su conducción. ¢Pero ahora tendrá que ser más agresivo¢, ha dicho Button, conscientede que la gran ventaja de las primeras carreras se irá reduciendo.LEWIS HAMILTON. El actual campeón de la Fórmula 1 recibió un premio en Montmeló el viernes por su triunfo del año pasado. Este inicio de temporada, el McLaren Mercedes está por debajo de la ambición del piloto que, en todo caso, ha demostrado su clase pese a las deficiencias del bólido.FELIPE MASSA. El brasileño, que el año pasado luchaba por ser campeón, sufre el mal que más preocupa a la afición en general de la Fórmula 1: un Ferrari que no anda. En Barcelona la escudería italiana presenta un coche casi nuevo. Tanto él como Raikkonen deberán comprobar si pueden competir.SEBASTIAN VETTEL. El año pasado con un Toro Rosso ya demostró de lo que era capaz. Este año se confirma como una realidad. Es agresivo en su conducción, joven y simpático. Todo un candidato a número uno.