El artista británico David Hockney pinta con el iPhone
El pintor británico David Hockney, uno de los maestros del pop-art, es un entusiasta de los avances tecnológicos y un converso a las múltiples virtudes del ordenador y hasta del i-Phone.
Hockney, de 71 años, conocido sobre todo por los retratos de sus amigos y amantes homosexuales y sus pinturas de piscinas californianas bañadas de luz, afirma que ya ha pintado bodegones y dibujado paisajes con ese invento. El artista utiliza también el teléfono móvil de última generación para enviar por correo electrónico a sus amigos sus teorías sobre la historia de la pintura, ilustrándolas con reproducciones de cuadros de los grandes maestros.
"A veces, estoy en la cama y les envío discursos sobre arte con las correspondientes ilustraciones o también pinto a mano flores en el iPhone y se las envío. Mis flores tienen además la ventaja de que no se marchitan", afirma con humor en declaraciones al Evening Standard. "Es absurdo hablar de arte digital -explica, refiriéndose a las otras ejecutadas con ese medio o con el ordenador- es como llamar a un dibujo tradicional arte del lápiz. Cuando dibujo con un teléfono o un ordenador, sé que estoy dibujando en una impresora", agregó.
Dibujando en una impresora es precisamente el título de una exposición inaugurada en la galería Annely Juda, de Londres y en la que combina fotografía y pintura en ordenador.
La exposición incluye paisajes del condado de Yorkshire, así como retratos de familiares y amigos, y las obras, ejecutadas con ordenador y reproducidas con una impresora, se venden en ediciones limitadas de entre doce y treinta ejemplares.
Los precios de las copias de esas obras sobre papel, en las que Hockney muestra una vez más el gran dibujante y también el extraordinario colorista que es, oscilan entre 8.300 y 22.000 euros (de 10.980 a 29.100 dólares), según fuentes de la galería.
Según explicó el propio artista, el programa Photoshop es una herramienta que, entre sus múltiples usos, permite dibujar directamente en una impresora. "Yo solía pensar que el ordenador era demasiado lento para un dibujante, uno terminaba una línea, y la computadora tenía un atraso de quince segundos, algo absurdo para quien dibuja, pero las cosas han mejorado y ahora le permite a uno dibujar muy libre y rápidamente", señala.