Sos destituye a los Salazar por el crédito a su sociedad Condor Plus
El consejo de administración de Sos forzó el jueves la salida de su presidente y vicepresidente, los hermanos Jesús y Raúl Salazar. Detrás de este cese está el préstamo de 212,7 millones que la compañía concedió a sus principales accionistas, a través de su sociedad Condor Plus. Sobre ella, el consejo de Sos ha reclamado una auditoría. Caja Madrid ha tomado las riendas del máximo órgano de gestión.
Estaba a punto de estallar y el jueves por la tarde no aguantó la presión. El consejo de administración del grupo Sos decidió destituir a los hermanos Salazar -que poseen más del 28% del capital, actualmente prendado en garantía por la sociedad- de sus cargos y revocarles los poderes que ostentaban como consejeros delegados.
Un cese forzado al que Sos se ha visto abocado después de que trascendiera el préstamo de 212,76 millones de euros que la compañía concedió a sus principales accionistas, a través de su sociedad instrumental Condor Plus. Con esta financiación, Jesús y Raúl Salazar pretendían dar entrada, supuestamente, a un fondo soberano de origen árabe que tenía intención de hacerse con una participación significativa.
Pero el resto de miembros de la dirección del grupo no parecen haber visto claras las intenciones de los Salazar. El jueves, durante la celebración del consejo de administración, los consejeros de Caja Madrid reclamaron la dimisión del presidente y vicepresidente de la sociedad, aunque la entidad financiera madrileña declinó hacer comentarios. A partir de ahora, la presidencia pasará a manos de Vicente Sos Castell, miembro de la familia Sos, uno de los buques insignia del grupo. Mientras, la dirección ejecutiva recae en manos de Endika Sánchez, hasta ahora director general de Sos, aunque era Jesús Salazar quien llevaba las riendas del grupo. El préstamo a Condor Plus vence en marzo de 2013 y tiene como garantías las acciones de los Salazar tanto en Sos como en otras compañías, entre ellas Ibersuizas. Prueba de que el consejo no confiaba en el préstamo concedido a Condor Plus es la "auditoría específica sobre la génesis y operativa de la misma" que ha encargado a KPMG, también auditora del grupo.
Endika Sánchez asume la gestión de Sos.El 28% del capital, de los Salazar, en prenda
Pero no es la primera vez que los miembros del consejo hacen pública sus desconfianza. En la reunión del pasado 27 de febrero (donde se dio luz verde al préstamo y a las cuentas del ejercicio 2008) no estuvieron presentes los consejeros de Caja Madrid, Avanza Sociedades Empresariales y Cajasol. De hecho, no firmaron las cuentas. Como tampoco lo hicieron los consejeros Lucas Torán y Daniel Klein, quien también ejerce como vicepresidente y posee el 5,27% del capital de Sos. Klein y Torán han ido un paso más ya que han presentado ante los juzgados de lo Mercantil de Madrid una demanda de impugnación sobre los acuerdos del citado consejo de febrero.
A partir de ahora se abre un interrogante sobre el futuro de una de los principales empresas de alimentación de España. Jesús Salazar posee el 17,68% del capital y su hermano el 10,54% y el mercado especula con que estas participaciones cambien de manos. Detrás de esta opción está el bajó precio de sus acciones en el parqué, ya que en lo que va de año los títulos de Sos han perdido más del 60% de su valor. En caso contrario, el control pasaría a manos de Caja Madrid, cuyo 10,5% del capital le convierte en el accionista de referencia.
Se da la circunstancia de que Caja Madrid es, prácticamente, un recién llegado. Se convirtió en accionista de referencia en enero tras formalizar una ampliación de capital de 149,1 millones. Caja Madrid se garantizaba tres miembros en el consejo de administración y daba respaldo a la gestión de Salazar. No en vano, aseguró que su incorporación a Sos constituía un "apoyo estratégico" y un "respaldo financiero". Con esta operación, Caja Madrid daba aire a las cuentas del grupo después de que se hiciera con la enseña aceitera Bertolli, por la que pagó a Unilever 630 millones de euros.
El hombre apasionado y recto
Jesús Salazar es de esa clase de empresarios cuyo apasionamiento en el trabajo, conjugado con una capacidad innata de convicción, hace que quien le escucha crea automáticamente en lo que defiende.Esa cualidad le ha acompañado toda su vida, desde que dirigía el grupo Arana, un pequeño grupo alimentario nacido por el amor al negocio de la madera, hasta que en 2002 decidió dar un salto cualitativo. Se plantó en las italianas oficinas del grupo Montedison y convenció a los por aquel entonces intratables ejecutivos de la compañía de que aceptaran un opa amistosa por el grupo aceitero Koipe.Un grupo que por aquel entonces atesoraba en sus cuentas una empresa catalogada por las autoridades políticas como "estratégica", nada más y nada menos que la aceitera Elosúa, hoy difuminada y desdibujada por el devenir de los años.Su rectitud y prestigio a la hora de justificar aquella operación, sobre todo ante el Gobierno, le permitió ir creando pasito a pasito el que hoy es uno de los líderes de la industria agroalimentaria española, con importantísimas ramificaciones en Europa y EE UU.Pero inevitablemente todo lo que sube, baja. Y un crédito autootorgado, confuso, opaco y no satisfactoriamente explicado a los accionistas y acreedores de la compañía ha empañado -al menos por el momento- la imagen de solidez y rectitud que ha acompañado a Jesús Salazar y a su equipo directivo durante estos siete años.