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A Fondo
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El lento y silencioso declive del textil español

Poquito a poco. Sin hacer ruido. El sector textil español está sufriendo la crisis con la misma intensidad que otras industrias, pero sin armar tanto revuelo. Sólo en los meses de marzo y abril, sus ventas se desplomaron entre un 20% y un 30%, según hizo ayer público la patronal del sector.

Unos datos que ponen de relieve cómo la situación económica no hace sino herir de gravedad a una industria ya dañada por la pujante -y barata- competencia asiática. Ya en enero y febrero la rebaja de su volumen de negocio alcanzó entre el 8% y el 10%. Un descenso en línea con el de 2008, cuando la producción se redujo un 10,3%, hasta situarse en torno a los 6.711 millones de euros.

Pero esta cifra esconde una realidad mucho más preocupante para un sector que reclama en voz alta un plan de futuro. Sólo entre 2003 y 2008 se han cerrado en España 4.200 empresas textiles. Hoy existen alrededor de 12.300 firmas, en su mayoría pequeñas y medianas empresas cuyos cierres pasan prácticamente desapercibidos. Con la consiguiente e inevitable pérdida de empleo. "Se eliminan 20 puestos de trabajo cada día", aseguraba ayer el presidente de la Federación Española de Empresas de Confección, Ángel Asensio.

En los últimos cuatro años el recorte de puestos de trabajo ha afectado a entre 30.000 y 40.000 personas. Actualmente, las empresas de moda dan empleo a 170.000 trabajadores. "En su mayoría son mujeres, alrededor del 85%, y fundamentalmente se trata de empleo rural", apuntaba el vicepresidente de Fedecon, José Antonio Conde, al explicar la falta de alternativa laboral para las trabajadoras que se quedan sin puesto de trabajo. Y el panorama no es alentador. "La situación es muy delicada", asumía el máximo responsable de la patronal. "El verano se presenta con incertidumbre", adelantaba. No en vano, la mayor parte de las cadenas de distribución textil se han lanzado a un rally de descuentos y ofertas que adelantan en más de dos meses el calendario de las rebajas estivales. Una estrategia de la que nadie se libra. Desde Zara (como buque insignia del grupo Inditex) pasando por H&M, Blanco, Cortefiel o Adolfo Domínguez, prácticamente todas las enseñas han colgado el cartel de saldos, que pueden alcanzar hasta el 50% del precio de venta inicialmente previsto.

La industria textil asume que esta medida trata de captar a unos consumidores retraídos en sus compras por la falta de confianza y las negativas perspectivas económicas. Pero reconoce que estas rebajas primaverales son "pan para hoy y hambre para mañana". "En un síntoma de cuál es la realidad, el consumidor no entra a las tiendas y ésa es la alternativa para dar salida al stock", señala Fedecon. "Pero tiene un efecto pernicioso para la industria, porque incrementa las ventas pero reduce la facturación". Aunque la opción de guardar en almacén las prendas sin vender no parece una alternativa mucho más rentable.

Ante esta situación, la industria quiere sentarse a negociar con el Ejecutivo y buscar medidas que le den oxígeno, ya que las que actualmente tienen sobre su mesa no están teniendo los resultados esperados. Por ejemplo, las líneas de crédito que debe conceder el Instituto de Crédito Oficial (ICO) no han llegado a hacerse efectivas, ya que las entidades financieras no las están concediendo por falta de garantías por parte del Tesoro Público.

Además, reclama flexibilizar el mercado laboral. En concreto, la patronal quiere agarrarse a la figura del empleado "fijo discontinuo" para ahorrar gastos. Considera que la confección diferencia claramente dos temporadas anuales: las colecciones de primavera-verano y otoño-invierno; y que entre ellas hay una "época valle" donde sólo se entregan pedidos y no hay producción. Por ello, reclama poder colocar a sus trabajadores en el paro durante dos meses, sin que "corra el contador" del desempleo.

Entre tanto, la esperanza del sector viene de la mano de las exportaciones, que en el último año se incrementaron cerca de un 14% y están valoradas en 5.138,9 millones de euros. Para ello, pretenden dar un nuevo impulso al concepto made in Spain y crear "embajadas de la moda", es decir, dar cabida en edificios representativos de países como México o Rusia a diseñadores españoles que abran nuevos mercados.

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