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Operadores

La crisis golpea a las 'telecos' y pone en duda la invulnerabilidad de sus cuentas

Las telecos han dejado de ser inmunes a la crisis. El drástico deterioro de los mercados ha puesto fin al mito de la resistencia infinita. Deutsche Telekom, KPN, TeliaSonera, Docomo, BT y Telecom Italia han mostrado su debilidad. Sólo Telefónica, France Télécom y Vodafone pueden equilibrar las malas noticias.

KPN ha sido el golpe definitivo. La operadora holandesa era la empresa modelo desde el triunfo de su plan de reestructuración para combatir la crisis tecnológica. Es pequeña, pero está bien gestionada, produce caja y, sobre todo, cumple a rajatabla. De ahí ganó su imagen de solvencia.

Pero ayer todo cambió. La crisis económica mundial tiene la culpa. Los mercados en los que opera "se están deteriorando significativamente", con una aceleración en el primer trimestre. La consecuencia menor es que KPN ha incumplido la previsión de resultados de los analistas en los tres primeros meses del año. La mayor es que faltará a su promesa de ingresar más de 15.000 millones de euros en 2010. Las circunstancias económicas lo hacen imposible, reconoció, tras presentar una caída de ventas y beneficio neto en sus resultados del primer trimestre.

KPN podría ser una víctima de sí misma o haberse convertido en una mala previsora en los últimos días. Pero no está sola. La nórdica TeliaSonera anunció el viernes pasado que no cumplirá su previsión de ventas para este año puesto que la recesión ha reducido la demanda. BT ha adelantado ya que sus resultados anuales -cierra el ejercicio fiscal en marzo- serán dramáticos, por la pérdida y el ajuste de los pedidos en su división de clientes corporativos. Telecom Italia se ha olvidado de seducir a los accionistas y ha recortado el dividendo para poder hacer frente a su deuda.

Deutsche Telekom, TeliaSonera, KPN y BT han recortado sus previsiones.

Hasta aquí se podría pensar que el virus sólo afecta a las empresas medianas, quizá por su falta de diversificación. Pero también Deutsche Telekom, con negocios a los dos lados del Atlántico, está afectada. Y lo que es peor, no son sus ventas las que resentirán, sino su Ebitda, que no quedará plano este año como había prometido, sino que caerá entre un 2% y un 4%. La japonesa Docomo prevé un beneficio operativo bruto estancado en el año fiscal que comenzó el 1 de abril, peor al que estimaban los mercados.

Son seis operadoras representativas que han demostrado que la vieja máxima de que el sector de telecomunicaciones es uno de los más resistentes a las crisis, incluso en las de consumo, no tienen por qué ser verdad siempre. Es cierto que esta industria ha aguantado mucho mejor que otras hasta el momento, pero la virulencia del deterioro en el primer trimestre ha podido con ellas. Por ahora, sólo AT&T y Verizon, las dos mayores operadoras estadounidenses, se han salvado de la quema. Y lo han hecho con nota. Sus resultados del primer trimestre están por encima de lo previsto y AT&T ha tranquilizado al mercado con el avance de que va por buen camino para cumplir su guía anual.

Estas excepciones dejan claro que el principal problema para el sector está en Europa. Y en el Viejo Continente quedan tres operadoras por rendir cuentas al mercado. France Télécom lo hará hoy, bajo la sombra del profit warning de Deutsche Telekom, que opera en mercados muy parecidos a los suyos. Telefónica y Vodafone son las siguientes. Publicarán resultados a mediados de mayo. Estas tres compañías pueden convertirse en la clase privilegiada de las telecos y demostrar que siguen siendo un sector refugio y seguro, sólo que hay que saber elegir los valores. También pueden caer víctimas del contagio.

A falta de los datos oficiales de Telefónica, esta compañía tiene al menos el favor de varios analistas. JPMorgan, Credit Suisse y Citi confían en que su diversificación geográfica le permita salir airosa de la crisis, al menos en este primer trimestre del año. España es el principal foco de preocupación, por los malos resultados previstos en su mercado de origen, al igual que el impacto de la caída de las divisas. Latinoamérica y el resto de Europa deberían compensar estos lastres, consideran los analistas.

La caja vuelve a ser la prioridad

En un entorno de debilidad del consumo, las telecos han puesto todo su esfuerzo en defender la generación de caja y la rentabilidad. Está claro que las previsiones de ingresos han quedado en entredicho, pero eso no significa que no se pueda trabajar para que los márgenes aguanten y la caída de ventas no afecte al Ebitda. Eso es lo que ha dicho KPN que va a hacer y en eso ha fallado Deutsche Telekom, con una previsión de caída de Ebitda. También Telefónica lo tiene como una de sus prioridades, mantener la rentabilidad y maximizar el flujo de caja. El recorte de costes está a la orden del día y las iniciativas agresivas, si son caras, están descartadas.El problema es que la Bolsa no está respaldando esta estrategia o no cree que lo vayan a lograr. El índice Stoxx del sector cae casi un 10% en el año, con sólo dos compañías en positivo. Lo peor, sin embargo, es la comparación entre sectores. Las telecos son la industria más penalizada en Europa en Bolsa, sólo por delante de las eléctricas y las aseguradoras.

Cesky Telecom

A la espera de conocer los resultados de Telefónica, los de las filiales sirven de adelanto. Las que han publicado al otro lado del Atlántico han cumplido las previsiones, pero en Europa no ha sido así. Cesky Telecom anunció ayer que sus ventas han caído un 1,6% en el trimestre, con un beneficio de 98,95 millones, que sube un 8,7%, pero queda por debajo de lo esperado.

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