Los resultados de la entidad reflejan el impacto de las cargas de 62,6 millones de dólares (48 millones de euros) asumidas en relación con el plan de reestructuración de la firma, así como la caída de los ingresos en el segmento de fusiones y adquisiciones.
De este modo, la cifra de negocio neta de Lazard alcanzó los 248,4 millones de dólares (190 millones de euros), un 19% menos, debido a la caída del 23% en la facturación de la unidad de asesoría, en la que las fusiones y adquisiciones aportaron un 42% menos de ingresos. Por su parte, la división de gestión de activos redujo un 39% sus ingresos.
No obstante, el director financiero del banco, Michael J Castellano, quisó subrayar que "Lazard no ha tenido que recurrir a los fondos públicos del plan del TARP", el programa de rescate de entidades financieras puesto en marcha en EE UU.