Las carteras de Bolsa están a punto de neutralizar las pérdidas
La aparente consolidación del repunte de la renta variable está sacando a la superficie un número creciente de planes con rentabilidades significativas y en ascenso, aunque de momento son los segmentos más volátiles del mercado (básicamente los planes que operan en mercados emergentes o en sectores como la tecnología) los que aportan las principales muestras de ganancias.
En apenas un mes, las Bolsas han registrado avances entre el 20% y el 30%, que han tenido un reflejo inmediato en las valoraciones de los planes, primero borrando las pérdidas, que habían llegado a rozar el 30% en muchos planes, y más tarde alimentando unas ganancias que, aunque aún modestas, pueden ir consolidándose en las próximas semanas. Hay todavía muchos analistas que añaden gotas de cautela y de precaución a lo que pueda suceder en el horizonte inmediato, de ahí la prevención con la que los inversores estudian un posible retorno masivo a la renta variable, un movimiento que en la actualidad parece excluido de las inclinaciones de los inversores, ya que la inmensa mayoría esperará a ver cómo se consolidan los nuevos aires de la economía. De momento, las señales de recuperación son prácticamente inexistentes o, en algunos casos, muy tenues. Es decir, insuficientes para arriesgarse a tomar posiciones en la creencia de que quien se anticipa acaba obteniendo la mejor cosecha.
La renta fija es, por lo tanto, el espacio en el que se mueven todavía la mayoría de los partícipes, aunque se observa con preocupación creciente la baja rentabilidad que ofrece la mayor parte de los planes de perfil conservador. Hay bastantes planes que a estas alturas del año no han alcanzado el 1% de rendimiento acumulado, lo que vaticina resultados muy pobres para el conjunto del año, sobre todo porque se esperan nuevas bajadas en los tipos de interés. Sólo en algunos segmentos de la renta fija, sobre todo en los bonos de cierto plazo y en deuda privada, se pueden cosechar rendimientos solventes.