Castilla-La Mancha frena los planes de Berkeley para extraer uranio
Los planes de la multinacional minera australiana Berkeley Resources para reabrir los yacimientos de uranio existentes en España se han topado con su primer obstáculo, tras prohibir el Ejecutivo castellanomanchego la explotación comercial del área de 6.500 hectáreas conocida como Mazarete, uno de los siete yacimientos que la firma pretendía aprovechar.
La multinacional minera australiana Berkeley Resources Ltd ha empezado a encontrarse los primeros obstáculos en su intento de reactivar los yacimientos de uranio existentes en España, cerrados por su escasa rentabilidad por la empresa pública Enusa en el año 2000.
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha decidido prohibir cualquier explotación comercial en el lugar conocido como Mazarete (Guadalajara), donde Berkeley había identificado un yacimiento potencial de 6.500 hectáreas (el equivalente a 7.500 campos de fútbol o a la superficie total de la huerta valenciana), apenas días después de que el Ministerio de Industria levantara la reserva estatal que pesaba sobre la finca 'para favorecer la libre investigación y posible explotación de minerales radioactivos', según justificaba el decreto .
Mazarete era uno de los siete emplazamientos 'potencialmente aprovechables' identificados por la firma australiana en territorio español y tanto su filial local, Minera del Río Alagón (MRA), como otros competidores, como la canadiense Mawson, habían negociado con el Gobierno el levantamiento de la reserva legal para explorar las opciones de extraer el uranio existente en su subsuelo.
Las prospecciones realizadas en su día por la estatal Enusa y el medio centenar de catas completadas en los últimos meses por Berkeley mostraban la existencia de uranio en una franja de 25 kilómetros, lo que animó a la australiana a incluir Mazarete en sus planes extractivos para España, en los que lleva invertidos más de 15 millones.
Sin embargo, el Ejecutivo manchego, receptor de las competencias sobre el terreno desde el momento en que se levantó la reserva estatal, ha preferido 'proteger' el espacio, por su cercanía al Parque Natural del Alto Tajo.
Berkeley sí cuenta con permisos de exploración en dos yacimientos de Salamanca, que suman 44.000 hectáreas; y otros cuatro en Cáceres, que suponen otras 30.000. Además, ha cerrado un acuerdo con Enusa para acceder a informes sobre todos los yacimientos españoles y para explotar la única planta procesadora de uranio en territorio español, la Quercus, en Salamanca.
La subida de precios reactiva el interés minero de España
Año 2000. La Empresa Nacional de Uranio (Enusa) echa el cierre a las últimas explotaciones abiertas en España. Lo hace por lógica económica. Extraer el uranio local resulta costoso, porque hay poco y es de baja ley, lo que obliga a exploraciones agresivas, dañinas para el entorno. Además, el esfuerzo sólo cubre el 10% de la demanda de las centrales nucleares del país, por lo que se decide cerrar un acuerdo con una compañía nigeriana para traer uranio de calidad y más barato.El repentino interés de las multinacionales por el uranio español se explica por la crecida de precios de 2007, que llevó el precio de la libra de mineral hasta los 138 dólares. 'A ese precio extraer uranio español es rentable; no hay que olvidar que España es la segunda mayor reserva europea, explican desde Enusa. 'Eso sí, sólo habrá negocio por encima de los 80 dólares. A día de hoy, vale 45'.