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Boletín

Trichet considera que los gobiernos no reaccionaron con la rapidez suficiente a la crisis

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, considera que, a nivel global, los gobiernos no han sido lo suficientemente rápidos en su reacción ante la crisis como para convencer a los agentes económicos.

El gobernador del BCE, Jean Claude Trichet.
El gobernador del BCE, Jean Claude Trichet.Reuters

"No diría que hayan sido lentos, sino que a un nivel global, que incluye también a la zona euro, no han sido lo suficientemente rápidos como para convencer enteramente a los agentes económicos. Se ha acordado una gran ayuda, pero no siempre se ha puesto en práctica de manera efectiva", señala el banquero francés en una entrevista concedida al diario ''Il Sole 24 Ore''.

Por este motivo, Trichet subraya la necesidad de que las medidas acordadas en la última cumbre del G-20, que a su juicio representó un "punto de inflexión muy importante en el ámbito de la cooperación internacional", sean introducidas "rápidamente y de la manera más profesional posible".

Asimismo, el máximo responsable de política monetaria de la eurozona precisa que es necesario también la introducción "progresiva" de medidas de carácter anticíclico, especialmente en el area regulatoria.

"Acusada desaceleración"

El BCE confirmó hoy que la economía mundial, incluida la zona del euro, experimenta una "acusada desaceleración" y que tanto la demanda mundial como la de la eurozona será "muy débil" en 2009. En el boletín mensual de abril, publicado hoy, el BCE aventura que la recuperación económica se producirá de forma gradual en 2010.

El BCE destacó que los indicadores disponibles de expectativas de inflación continúan firmemente anclados en niveles compatibles con el objetivo de mantenerla próxima al 2 por ciento a medio plazo. "El contraste con los resultados del análisis monetario confirma que las presiones inflacionistas han continuado disminuyendo", informa el BCE.

Tras su decisión el pasado día 2 de reducir los tipos de interés oficiales en otros 25 puntos básicos, hasta el 1,25 por ciento, el BCE cree que la estabilidad de precios se mantendrá a medio plazo, sustentando el poder adquisitivo de los hogares de la zona del euro. Por lo que se refiere al análisis económico, el BCE constató en su boletín de abril que como reflejo del impacto de las turbulencias en los mercados financieros "la actividad económica se ha debilitado sustancialmente" en la zona del euro. "

Los datos disponible muestran que la actividad económica en la eurozona sigue siendo muy débil en los primeros meses de 2009 y que probablemente se mantendrá muy moderada durante el resto del año, si bien se espera que se recupere gradualmente en 2010", dice el BCE.

El notable descenso de los precios de las materias primas desde el verano de 2008 respalda la renta real disponible y el consumo. "La demanda externa e interna se beneficiarán cada vez más de los efectos del importante estímulo económico que se está realizando, así como de las medidas adoptadas para normalizar el funcionamiento del sistema financiero dentro y fuera de la eurozona", prevé el BCE.

El banco considera así que "los riesgos para las perspectivas de la actividad económica están, en general, equilibrados". El BCE prevé, por una parte, que la disminución de los precios de las materias primas y las medidas adoptadas pondrían tener efectos positivos más intensos de lo previsto. Por otra parte, el BCE reconoció que, existe preocupación relacionada con la posibilidad de que el impacto en la economía real de las turbulencias de los mercados financieros sea más fuerte de lo previsto, con un intensificación de las presiones proteccionistas y con una evolución adversa de la economía como consecuencia de una corrección desordenada de los desequilibrios mundiales.

Según el BCE, la inflación interanual mediada por el índice armonizado de precios al consumo (IAPC) continuó reduciéndose desde el 1,2 por ciento en febrero al 0,6 por ciento en marzo, según los cálculos de la oficina comunitaria de estadísticas, Eurostat.

Para el BCE, la bajada de la inflación desde el verano pasado se debe fundamentalmente a la notable caída de los precios mundiales de las materias primas durante ese periodo. Asimismo, cada vez se observan más indicios de una reducción generalizada de la presión inflacionista.

Respecto al futuro, el BCE espera que las tasas de inflación interanual sigan bajando los próximos meses y se sitúen en niveles negativos de forma temporal a mediados de año. Posteriormente volverán a incrementarse. El BCE destacó que esa evolución a corto plazo no es relevante desde la perspectiva de la política monetaria.

A más largo plazo, en 2010, el BCE prevé que la inflación interanual medida por el IAPC se mantenga en niveles inferiores al 2 por ciento, reflejando la atonía persistente de la demanda en la zona del euro y otras regiones.

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