La Fundación Rafael del Pino construye un centro de discapacitados en Toledo
La Fundación Rafael del Pino ha añadido una misión más a su listado de tareas sociales. Además de potenciar el desarrollo, protección y apoyo a actividades educativas, culturales, sociales, de cooperación y de fomento de la economía, la entidad ha asumido un compromiso con la Comunidad de Castilla-La Mancha: la construcción de un polideportivo situado en los terrenos del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo.
El punto de partida para el Complejo Polideportivo Rafael del Pino ha sido el deseo de su fundador de cumplir dos objetivos claves: contribuir a mejorar la rehabilitación de los afectados por lesiones medulares y aportar una infraestructura deportiva de primer orden que incluirá el primer Centro Especial de Alto Rendimiento Deportivo de Europa para deportistas paralímpicos y otras personas con discapacidad.
Las obras se concluirán a lo largo del año 2010, pero cuando el complejo esté listo, la Fundación donará las instalaciones al patrimonio de Castilla-La Mancha para que sean gestionadas por la Fundación del Hospital Nacional de Parapléjicos para la investigación y la integración a través del servicio de salud de la comunidad.
La presidenta de la fundación, María del Pino, ha destacado que la construcción del complejo es 'la expresión genuina de la cooperación entre el sector público y el sector privado', una opinión que comparte Fernando Lamata, consejero de Salud y Bienestar Social de la Junta manchega. Lamata ha señalado además que la puesta en funcionamiento del complejo 'potenciará el acceso al deporte como instrumento terapéutico y de integración social de los pacientes de este centro hospitalario'.
En total son 12.417 metros cuadrados, distribuidos en tres plantas más sótano, de solidaridad. El Complejo Polideportivo Rafael de Pino, proyecto firmado por el prestigioso arquitecto Salvador Pérez Arroyo y ejecutado por la empresa Ferrovial-Agroman, tiene todas las condiciones para ayudar.
Con un presupuesto que asciende a 12 millones, de los que 9,5 millones serán aportados por la Fundación Rafael del Pino y 2,5 millones por el Gobierno de Castilla-La Mancha, el centro contará con dos piscinas cubiertas (una grande de 25x12,5 metros y otra de iniciación de 12,5x6 metros) y una pista de atletismo de 1.200 metros como principales infraestructuras.