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De viaje

Tres escapadas exprés

Unos días en la nieve, un 'city break' en una capital europea y un anticipo del verano bajo el cálido sol de una isla. Son los altos Pirineos franceses, Glasgow y Madeira en Semana Santa.

Opciones muy diversas y atractivas para afrontar unos días de asueto sin necesidad de ir demasiado lejos ni gastar más de la cuenta: disfrutar de la última nieve primaveral en los Pirineos franceses; gozar un anticipo del verano bajo el sol de Madeira, la isla de las flores, y de un clima que recetaban los médicos; o hacer una escapada o city break a una ciudad de moda, Glasgow, la más populosa y vanguardista de Escocia, que este año celebra varios eventos muy especiales.

Hautes-Pyrénées

Una docena larga de estaciones de invierno animan este departamento francés. La nieve está garantizada para esta Semana Santa (según los partes de nieve que se pueden consultar en www.lespyrenees.net). Pero es que además la región ofrece enormes posibilidades para descubrir rincones idílicos, pueblos de pizarra, iglesitas románicas, pequeños restaurantes de comida suculenta y a justo precio, tiendas tentadoras donde mercar embutidos, quesos artesanos, mermeladas y productos de la región.

Glasgow está repleta de tiendas de diseño y tentaciones de compras

Muchas de las viejas viviendas de pastores son ahora confortables gîtes o casas de huéspedes, a precios también muy razonables. La joya natural de la región es el Parc National des Pyrénées (simétrico a nuestro Parque de Ordesa), donde se encuentran las mejores estaciones de esquí: Lys, Pont d'Espagne, Luz-Ardiden o Gavarnie. Este último lugar es un circo glaciar que para los amantes de la naturaleza constituye un tesoro.

Glasgow

Escocia está de actualidad este año por diversos motivos (aniversario del poeta Burns y www.homecomingscotland.com) y Glasgow es su ciudad más poblada y creativa. La Unesco la ha declarado Ciudad de la Arquitectura, por lo que atesora del pasado (catedral gótica, universidad, edificios modernistas) y por su arquitectura de vanguardia.

Un capítulo muy especial lo representa el arquitecto y diseñador C. R. Mackintosh (1868-1928), cuyo legado se puede rastrear en una docena de edificios y museos (se puede realizar su ruta con el Mackintosh Trail Ticket). Los museos municipales, una docena, son gratuitos, entre ellos, el pertrechado Kelvingrove Museum, que tiene de todo un poco. Entre otras cosas, el célebre Cristo de San Juan de la Cruz, de Dalí, y una galería especial dedicada a Mackintosh y el grupo de creadores conocidos como Glasgow Style. Enfrente, al otro lado del río Kelvin, la Universidad tiene el empaque de los solemnes centros británicos de estudio.

Aparte de lo cultural, Glasgow es una ciudad abierta y muy dinámica, con tiendas de diseño y tentaciones de compras (sobre todo en la calle Buchanan, especie de rambla central). Y muy divertida por la noche: la zona más caliente está en torno a la universidad, por Byres Road y Ashton Lane, donde se encuentran también los restaurantes más cosmopolitas y sofisticados.

Madeira

La llaman la isla de las flores y su clima es tan benigno que en el siglo XIX lo recetaban los médicos a sus pacientes ilustres, reyes, aristócratas o escritores. Desde entonces viene siendo Madeira un destino a la vez relajado y distinguido.

Ahora, en primavera, luce mejor que nunca su célebre Jardín Botánico, en lo alto de una ladera volcánica desde la que se divisa toda la amplia bahía. En el fondo de ésta, Funchal, la capital, es cariñosamente apodada la pequeña Lisboa, por sus calles y edificios mimados y también por su gran animación. A un paso de la capital, el pintoresco pueblo y puerto de pescadores Cámara de Lobos da paso a los complejos vacacionales de Riveira Brava y Ponta do Sol, donde el clima soleado está garantizado (no así en la vertiente norte de la isla). Pero las mejores playas de arena, anchas y tranquilas están en la vecina y diminuta isla de Porto Santo. Los islotes Selvagems y Desertas, en cambio, son espacio acotado para observar aves y lobos marinos.

Guía para el viajero

Cómo irHautes-Pyrénées: Se puede acceder en coche por los túneles de Bielsa o de Somport. También se puede ir en tren hasta Tarbes, pero es mala desde allí la comunicación con las estaciones de esquí.Glasgow: desde Barcelona hay vuelos directos a Glasgow con Flyglobespan (www.flyglobespan.com) y Ryanair (www.ryanair.com); desde Madrid, a Edimburgo con easyJet (www.easyJet.com) y desde allí sale un tren para Glasgow cada cuarto de hora.Madeira: Tap tiene 14 vuelos diarios Madrid-Lisboa-Funchal (www.flytap.pt), easyJet tiene dos vuelos (www.easyJet.es). La mayorista Abreu (www.viajesabreu.es) ofrece paquetes de 4 días (429 euros) y 8 días (527 euros).

Dormir y comerHautes-Pyrénées: consultar en www.lespyrenees.net/fr/hebergement,1,Gites.d.Etape.html más de 30 posibilidades, con dirección y disponibilidad, y estado de pistas.Glasgow: Hotel du Vin (1 Devonshire Gardens, +44 141 339 2001, www.hotelduvin.com), diseño y distinción en una mansión georgiana entre jardines.Madeira: Pestana Palms (rua do Gorgulho, 15-17, +351 291709200), www.pestana.com. Quinta Perestelo-Heritage House (R. Dr. Pita, 3, +351 291706701), www.charminghotelsmadeira.com

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