BayernLB registró unos 'números rojos' de 5.000 millones de euros por la crisis
El banco público del Estado federado de Baviera, BayernLB, sufrió en 2008 una pérdida de 5.084 millones de euros (6.750 millones de dólares), debido a la crisis financiera.
El BayernLB, que ha solicitado una inyección de capital y va a recortar 5.600 empleos, informó hoy de que estos 'números rojos' se debieron a las depreciaciones por la crisis de los mercados financieros internacionales y al notable empeoramiento de la coyuntura.
El presidente de BayernLB, Michael Kemmer, dijo que "el 2008 fue uno de los peores años en la historia de 125 años"
Kemmer recordó que la entidad de crédito ha tenido que pedir apoyo al Estado de Baviera y lamentó que haya sido necesario valerse de los contribuyentes bávaros para reparar al BayernLB, que en el futuro se centrará en la financiación de pymes.
El lastre contable de la crisis financiera para BayernLB ascendió el pasado año a 5.400 millones de euros (7.290 millones de dólares). La entidad de crédito pública tuvo una pérdida de 2.100 millones de euros (2.835 millones de dólares) en bonos de titulización de deuda y en carteras de mercados secundarios.
La exposición a Lehman Brothers y en Islandia exigió depreciaciones y amortizaciones por valor de 1.400 millones de euros (1.890 millones de dólares). Las inversiones financieras también tuvieron una pérdida de 1.900 millones de euros (2.565 millones de dólares).
Inyección de más de 30.000 millones de euros
BayernLB recibirá una inyección de capital y garantías por valor de más de 30.000 millones de euros (38.400 millones de dólares), que aportarán conjuntamente el Estado federado de Baviera y el Gobierno central.
El BayernLB es propiedad de las Cajas de Ahorro bávaras y del Estado de Baviera, con un 50 por ciento respectivamente.
El banco público bávaro recibirá 10.000 millones de euros (12.600 millones de dólares) del Estado federado de Baviera y garantías de deuda por valor de 15.000 millones de euros (18.900 millones de dólares) del paquete de rescate aprobado por el Gobierno alemán por un total de 500.000 millones de euros (630.000 millones de dólares).