Primera etapa de la nueva Campofrío
Los analistas esperan el balance de enero-abril
Cuando quedan pocos días para que concluya el primer trimestre de la nueva etapa de Campofrío, que comenzó con la puesta en marcha del grupo surgido con la fusión con Smithfield, los analistas están pendientes del impacto en resultados de una operación que es aplaudida casi por unanimidad. El balance puede que no vaya a ser tan brillante como se esperaba, pero no se duda de la validez de una transacción que ha cambiado su perímetro y su capacidad para enfrentarse a las dificultades del mercado. No obstante, el impacto en Bolsa se puede calificar de plano: Campofrío gana un 3,6% en el año hasta 7,75 euros, aunque para justificar esta trayectoria tampoco falten argumentos.
'La nueva empresa, que está funcionando desde principio de año, atraviesa un momento interesante: está mejor estructurada y tiene una presencia más fuerte y equilibrada en los mercados', señala Francisco Ruiz, analista de Fortis. La mejor estructura del grupo se explica básicamente, según este experto, por dos aspectos. Uno: por la mayor proyección en el campo de las materias primas por parte de Smithfield, frente a una presencia más enfocada en productos finales en el caso de Campofrío, lo que conlleva a la creación de un grupo con una significativa integración vertical.
Y, en segundo lugar, por la anunciada obtención de 40 millones de euros de sinergias. A juicio de Francisco Ruiz, esa cifra podría ser difícil de alcanzar, pero añade que, aunque se reduzca significativamente, la fusión tendría un efecto positivo.
Los analistas valoran, asimismo, otro cambio en el perfil de Campofrío hacia un mayor peso de las marcas blancas, que pasan de un 15% a un 40%. Para Javier Mata, director de análisis de N+1, el grupo, no obstante, se ve presionado por el recorte de los márgenes debido a la guerra de precios desatada en el sector de la alimentación. No obstante, también considera que ha ganado con la fusión que la ha convertido en el líder europeo de su área, con una fuerte presencia en los mercados de España, Portugal, Francia, Benelux y Alemania, entre otros. Y Bettina Gallego, gestora de Inversis, destaca su carácter de valor defensivo al ser una empresa de consumo no cíclico. 'Se trata además de una compañía bien gestionada y con futuro', añade.
La escasa liquidez, un factor negativo para la compañía
La tibia trayectoria en Bolsa del grupo de alimentación se explica en parte, según Javier Mata, por la escasa liquidez del valor, ya que el free float del grupo se eleva sólo a una banda entre el 16% al 17%. Pero la mayor parte de los analistas consultados por Bloomberg están positivos con la empresa: un 87,50% recomienda comprar y un 12,50%, vender. Bettina Gallego, de Inversis, señala que, aunque no se trata de una apuesta en el corto plazo para conseguir beneficios por el rebote bursátil, es una empresa sólida para el largo plazo. A Campofrío le afectó negativamente en Bolsa que la CNMV eximiera a Smithfield del lanzamiento de una opa por el 10%% del capital.