Oleg Deripaska, a punto de perder el control de la endeudada Rusal
El magnate ruso Oleg Deripaska podría estar a punto de perder el control de Rusal, el segundo mayor productor mundial de aluminio y el líder del sector en Rusia. Deripaska, que llegó a ser el hombre más rico de Rusia se enfrenta a una deuda de 14.000 millones de dólares (unos 10.280 millones de euros) resultado del desplome del precio de los metales (el precio del aluminio llegó a caer hasta mínimos de siete años) y de una fuerte caída de la demanda del aluminio en el mercado mundial.
Se ha confirmado que los bancos se reunirán esta semana para considerar integrar los préstamos de Deripaska y canjearlos por capital, según explicó a Bloomberg un banquero familiarizado con la situación que prefirió mantener el anonimato.
Sin embargo, Rusal, que tiene hasta principios de mayo para renegociar 7.400 millones de dólares (5.435 millones de euros) adeudados a más de 70 bancos extranjeros, ha excluido la hipótesis de hacer un canje. 'No estamos considerando o discutiendo con los bancos la conversión de deuda en capital', dijo ayer la portavoz de Rusal Vera Kurochkina.
La obstinación del productor de aluminio ruso puede acabar en breve ya que la semana pasada el viceprimer ministro ruso, Igor Shuvalov, fue tajante al afirmar que el Gobierno de Rusia no intervendrá en este caso, ayudando la empresa a pagar su deuda.
Pese a que la compañía se está planteando reorganizar su endeudamiento y reducir costes, según el analista Michael Kavanagh, 'a menos que haya signos de una recuperación del aluminio, no puedo ver cómo Rusal puede ser salvada sin utilizar capital'.
Acciones por capital
La situación de Deripaska parece cada vez más desesperada, después de que anteayer aceptase reducir su posición en Rusal al 53,8% desde el 56,8% para saldar la deuda de 2.800 millones de dólares (cerca de 2.055 millones de euros) de la empresa rusa al multimillonario Mikhail Prokhorov.
El colapso de la demanda global de materias primas ha pasado factura a Rusal y a Deripaska que habían realizado varios préstamos para modernizar sus hornos y para crecer en Guinea, Ucrania y Nigeria. En octubre, el banco estatal Vnesheconombank ya había dado a Rusal un rescate de un año, una línea crediticia que no será renovada.