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Planes de pensiones
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

En renta fija a largo no es lo mismo riesgo público que privado

Los sustos de la renta variable han quedado en buena parte subsanados en las últimas dos semanas, con la recuperación de un 13% del valor de los activos bursátiles y la consiguiente mejoría de las valoraciones de los planes de pensiones, que en el curso de un corto espacio de tiempo han pasado de los mínimos en diez años a una situación bastante más confortable, aunque sin perder de vista las pérdidas. Los inversores que tienen su dinero en los planes de pensiones tienen, sin embargo, más interés en ver las evoluciones de la renta fija que las de la renta variable, afectada por una inseparable volatilidad.

La reciente crisis de la Bolsa, la que llevó al mercado a mínimos hace dos semanas, ha desarbolado sin embargo algunos de los mitos que suelen arropar las decisiones de compra de activos bursátiles, principalmente el que afirma que a largo plazo los mejores instrumentos de ahorro para un inversor que tiene su ahorro en planes de pensiones son precisamente los de Bolsa ya que son los que en mayor medida obtienen rendimientos sustantivos y contribuyen a preservar el ahorro de las oscilaciones de los mercados. Una teoría que amenaza con quedarse fuera de las verdades adquiridas y asumidas por el mercado, como tantas otras en esta crisis, ya que el papel que están desempeñando los activos de renta fija ha desplazado a las acciones en casi todos los plazos históricos como activo más interesante para el partícipe que tiene que afrontar su jubilación.

La renta fija a largo plazo ofrece en estos momentos dos escenarios bastante diferenciados por el tipo de producto: el de los planes que apuestan por activos públicos y el de los planes que tratan de obtener el máximo partido en las emisiones privadas. La balanza está inclinándose del lado de los bonos privados (siempre que sean de calidad) ante la masiva emisión de bonos públicos, que habrán de enfrentarse a la inevitable subasta de precios a la baja.

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