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Ben S. Bernanke

La cara del optimismo

El presidente de la FED ocupa el mandato más complicado desde la Gran Depresión. Pero se muestra confiado. Esta semana ha anunciado la inyección de otro billón de dólares.

La cara del optimismo
La cara del optimismoCinco Días

Cuántos políticos estadounidenses llevan barba? Prácticamente ninguno. En Estados Unidos no está bien vista, no se estila; es un rasgo poco común entre las autoridades o figuras públicas. Un ejemplo: sólo la han lucido cinco de los 44 presidentes del país norteamericano, todos ellos en la segunda mitad del siglo XIX. La cosa cambia en los pasillos de las universidades, ambiente mucho más proclive a la relajación de las normas estéticas. Este detalle dice mucho del carácter y procedencia del doctor Benjamin Shalom Bernanke (Augusta, Georgia, 1953), profesor de Economía en Princeton durante 20 años y actual presidente de la Reserva Federal.

El máximo responsable de la política monetaria estadounidense lleva unos días en boca de todo el mundo. El pasado domingo predijo en una entrevista televisiva, la primera de alguien en su cargo en 20 años, que la depresión en EE UU ha quedado descartada y que 'el final de la recesión se producirá probablemente este año' y la recuperación en 2010. A los tres días anunció la inyección de un billón de dólares a la economía a través de deuda a largo plazo. En 2008 inyectó la misma cantidad tras la caída de Bear Stearns mediante descuentos al crédito para la banca de inversión, reinventando así el repertorio de herramientas de la Fed -hasta entonces tocaba poco más que los tipos de interés-.

Estas intervenciones, junto con los importantes recortes de tipos practicados en 2007 y el polémico rescate de AIG, convierten a Bernanke en uno de los presidentes de la Fed más intervencionistas -y controvertidos- desde la fundación de la institución en 1913. Algo a tener en cuenta, ya que las simples palabras de quien ostenta tal cargo hacen ganar o perder fortunas. El anuncio de la inyección de líquido, por ejemplo, provocó el miércoles una fuerte subida de la Bolsa y un rápido reajuste del dólar y de la rentabilidad de los bonos.

Según Bernanke, 'el final de la recesión en EE UU se producirá probablemente este año' y la recuperación económica en 2010

Pero antes de manejar los resortes del banco central de EE UU, este descendiente de emigrantes judíos de Europa del Este sólo se había enfrentado a la inflación y a la deflación en sus numerosos artículos científicos. 'Yo nunca he estado en Wall Street', comenta en la entrevista televisiva concedida a 60 Minutes. 'La razón por la que me importa es que lo que allí pasa afecta a Main Street', en referencia al entorno de los trabajadores.

Se podría decir que Bernanke cumple con los estereotipos del profesor universitario estadounidense. Más allá de la ya mencionada barba, durante su etapa en Princeton el lugar que más frecuentaba era su despacho. Allí, rodeado de montones de libros y papeles y vestido con pantalones tejanos y camisa de cuadros, atendía pacientemente a sus alumnos. Joan Comajuncosa, profesor de Esade, fue uno de ellos. 'Bernanke es una persona muy abierta, trabajadora y atenta con los estudiantes', apunta. 'Ya de vuelta en España, me contestaba los e-mails muy rápidamente. Eso denota cierta empatía hacia los sufrimientos de los doctorandos'. En la facultad tenía fama de ser un profesor claro y conciso, muy cercano a la gente -dentro de los estándares anglosajones-.

Sólo le faltaría una chaqueta de pana con coderas para redondear el cuadro. æpermil;l mismo no ha escondido nunca su predilección por la comodidad. En 2005, cuando sonaba su nombre como posible sustituto de Alan Greenspan, Bernanke declaró al Wall Street Journal que lo más duro de trasladarse a Washington era tener que llevar traje. 'Mi propuesta de que los gobernadores de la Fed mostrasen su completa dedicación al servicio público vistiendo camisas hawaianas y bermudas no se tomó en serio'.

Y es que para entonces ya era gobernador de la Fed. Asumió ese cargo en 2002, tras colaborar varios años como asesor de la institución. Eso sí: no abandonó la docencia hasta 2005, cuando el ex presidente George W. Bush le puso al frente de su equipo de consejeros económicos.

Bernanke es conocido por sus posturas cercanas al keynesianismo. En su etapa de director del departamento de Economía de Princeton invitó en alguna ocasión al también académico Paul Krugman, premio Nobel de Economía y gran crítico de George W. Bush. Todo eso contribuyó a que el nombramiento en 2006 de Bernanke como presidente de la Fed desconcertase a más de uno. En Princeton, en cambio, se comentaba que se le eligió por su condición de experto en la Gran Depresión. 'Se rumoreaba que en Washington querían a alguien preparado contra un posible escenario de deflación, algo inédito en EE UU en los últimos 70 años', recuerda Comajuncosa.

Aunque ya no vista camisas y pantalones vaqueros, Bernanke conserva su deje académico. No sólo en sus característicos ojos entornados y en su mirada relajada, propia de quien vive en el mundo de las ideas. También resulta palpable en su capacidad de hacer inteligible lo que a duras penas lo es. Según declaró a 60 Minutes, de todas las medidas que ha llevado a cabo como responsable de la Fed, la que más le angustia, y una de las que más se le han criticado, es el rescate de AIG, que le ha costado 165.000 millones de dólares a las arcas públicas. ¿Por qué lo hizo, entonces? Por la misma razón, dice, que si tu vecino incendia su casa al quedarse dormido con un cigarro encendido le ayudarás a apagar el fuego aunque sea su problema, sobre todo si el pueblo entero es de madera.

Esperemos, pues, que su optimismo sea justificado y no haya que llamar más a los bomberos.

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