Industria financiará con 100 millones una central termosolar de Abengoa en Marruecos
El Ministerio de Industria entregará en los próximos días al Reino de Marruecos 100 millones de euros que servirán para financiar la planta termosolar que la firma española Abengoa construirá en la localidad de Oujda, a 150 kilómetros de Melilla. La subvención, que se cargará al Fondo de Ayuda al Desarrollo, cubrirá una cuarta parte del coste total del proyecto.
El Consejo de Ministros dio el pasado viernes luz verde al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para liberar un crédito FAD (Fondo de Ayuda al Desarrollo) de 100 millones de euros para financiar las obras de la central termosolar que el Reino de Marruecos tiene previsto desarrollar en Oujda, a 150 kilómetros de Melilla, y cuya construcción ha sido adjudicada a Abener, la filial de ingeniería energética del grupo industrial español Abengoa.
La planta, que según sus promotores, la Oficina Nacional de Electricidad de Marruecos, se convertirá a su finalización en la mayor central térmica de ciclo combinado de África, tendrá un coste total de 469 millones, una parte de los cuales serán financiados por el Banco Mundial y por el Banco Africano de Desarrollo.
La subvención del Estado español, que cubrirá cerca de una cuarta parte del gasto total asociado al proyecto, ha sido posible gracias a la adjudicación del mismo a Abengoa, ya que Industria vincula necesariamente la aplicación de los créditos FAD a 'la financiación de proyectos a realizar por empresas españolas que vayan equipados con bienes y servicios españoles', según la definición que realiza el ministerio. Requisito que se cumple pues Abengoa no sólo construirá la planta, sino que, además, la gestionará durante los cinco primeros años de funcionamiento.
El otro criterio que guía la aplicación de estos fondos es el impulso al desarrollo de los países receptores de la financiación, que deben presentar un nivel de renta medio-bajo.
Una planta híbrida
El proyecto estará ubicado en la localidad de Ain Ben Mathar y utilizará la 'tecnología de ciclo combinado integrado con un campo solar de colectores de cilindro parabólico', tal y como explican desde Abengoa. Los colectores de cilindro parabólico son captadores solares que concentran la luz solar en un tubo que contiene unos fluidos. Estos fluidos transfieren el calor al agua, que se convierte en vapor para generar electricidad o se aprovecha la energía térmica para alimentar procesos industriales.
El campo solar de esta instalación tendrá unas dimensiones de 183.000 metros cuadrados, equivalente a 25 campos de fútbol. La instalación completa alcanzará una potencia instalada de 470 MW, de los que 20 MW provendrán de las placas termosolares. Según sus promotores, generará unos 500 empleos directos e indirectos en la zona. La encargada de construir la instalación será la filial de Abengoa, Abener. No han comunicado la fecha de puesta en marcha de la instalación.
Abengoa destacó que 'la experiencia que avala a Abener en la construcción llave en mano de centrales de tecnología solar térmica ha resultado decisiva para la adjudicación en el concurso de la construcción de la central'.
Abener ha concluido la primera fase del proyecto Solucar, en Sanlúcar la Mayor (España). La PS10, primera fase ya en funcionamiento, cuenta con 11 MW de potencia. La instalación completa de Abengoa tendrá una potencia de 320 MW.
¿Ayudas al desarrollo?
¿Puede un instrumento concebido para impulsar la presencia de la empresa española en el exterior servir también para apoyar a países en vías de desarrollo?La aparente paradoja que plantean los créditos FAD se resuelve de forma positiva, según el Ministerio de Industria, por los países de destino y por los proyectos que se financian, que no pueden ser 'comercialmente viables', según la legislación internacional.Para otros organismos como Intermón Oxfam, ambos objetivos se han revelado como incompatibles, ya que el Gobierno ha primado los intereses empresariales, lo que explicaría que tres países en alza (China, Turquía e Indonesia) hayan recibido en los últimos años tantos fondos como el grupo de 40 países subsaharianos que encabezan todos los índices internacionales de pobreza y miseria.El Informe de Desarrollo Humano de la OCDE también ha cuestionado su eficacia en este sentido.