Barroso asume el enfado de la gente por la crisis y ve "críticamente importante" lograr réditos en Londres
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, reconoció hoy que "la gente está enfadada en Europa" por la crisis económica, que "lo que ocurrió en el sistema financiero" fue debido a la falta de regulación y consideró "críticamente importante" la obtención de resultados concretos en la cumbre del G20, que se celebra en Londres el próximo 2 de abril.
En una rueda de prensa que tuvo lugar en la residencia oficial del primer ministro británico, Gordon Brown, tras la entrevista que mantuvieron para preparar la cita, Barroso se mostró convencido de que "hay una forma de salir de la crisis", si bien apuntó que es necesario "devolver la ética" a un sistema marcado por las "sombras" y la ausencia de supervisión.
Después de que el pasado fin de semana los ministros de Finanzas del G20 acordaran en un encuentro preparatorio en la localidad inglesa de Horsham adoptar "cualquier acción que sea necesaria" para superar la situación, Barroso y Brown expresaron la necesidad de "cooperar" para superar la actual situación, con acciones coordinadas entre los países de las que, según el primer ministro, dependerá la "velocidad de recuperación".
Los dos dirigentes reivindicaron los estímulos fiscales ya adoptados como el "mayor esfuerzo nunca visto", al igual que la estrategia de recorte de intereses acometida por los bancos centrales, al punto de que, según Brown, "la gente mirará estas acciones en el futuro y verá". "La cuestión no es ser optimista o pesimista, es ser realista: tenemos una crisis real de dimensiones globales y mucho de la recuperación dependerá de la respuesta", apostilló el presidente de la Eurocomisión.
Barroso recordó que "ésta es la primera crisis de la era de la globalización" y, en consecuencia, insistió en que la cumbre del 2 de abril "puede marcar una diferencia si se recupera la confianza" mediante el reforzamiento de los mecanismos de control y el fin del oscurantismo que detectó en el sistema financiero, al igual que el primer ministro, quien abogó por regular los paraísos fiscales o los 'hedge funds' como una de las primeras acciones de la nueva estrategia de supervisión.
Divisiones en los estímulos fiscales
Ambos consideraron esta apuesta uno de los dos puntos determinantes para la recuperación económica, junto con los estímulos fiscales coordinados, que ya han llevado a los países europeos a aprobar medidas equivalentes, como mínimo, al 3% del PIB para el próximo bienio.
Un apunte que permitió a Barroso apelar a "no comparar" cada plan doméstico con el de otras economías, después de que la cita del pasado fin de semana pusiese de manifiesto las diferencias de criterio entre Europa y Estados Unidos, puesto que la Administración de Barack Obama apuesta por incrementar el gasto público frente a la contención por la que abogan los países de la 'Eurozona', que prefieren comprobar el resultado de las acciones adoptadas antes de incrementar aún más la deuda pública.
Reino Unido es más favorable a las tesis de Washington, pero su posición de anfitrión lo obligan a actuar de intermediario en una cita ante la que el presidente de la Comisión se mostró convencido de que habrá "acuerdo" entre los socios internacionales para complementar las medidas de estímulo y la mejora de la regulación. "Necesitamos más: un compromiso real de apertura", declaró, mientras que Brown advirtió de que "la velocidad de recuperación dependerá de la voluntad de cooperar".
Primera parada
El primer paso podría producirse en el Consejo Europeo que a partir del jueves se celebra en Bruselas para promover una posición común entre los Veintisiete, los cuales, según recordó Brown, ya habían acordado un "pormenorizado" paquete de medidas en el último trimestre de 2008 que ahora deberán completar para apoyar la recuperación económica. "Europa tendrá una respuesta para el G20", añadió Barroso, para garantizar: "Lo haremos".
La única alerta emitida por ambos se centró en el rechazo al proteccionismo como fórmula, un "riesgo" para el dirigente británico y un "camino a ninguna parte" en palabras del comunitario, y en la necesidad de mantener la apertura de los mercados para evitar "barreras" y apoyar a los bancos en la reactivación del flujo de crédito. "Tenemos que trabajar para lograr la expansión del dinero y estimular la demanda", declaró Gordon Brown, quien apoyó también un refuerzo del Fondo Monetario Internacional (FMI), tanto en recursos como en capacidad de actuación.
Asimismo, insistió en la necesidad "fundamental" de adoptar acciones "severas" para evitar la reedición de una crisis como la actual, una apuesta que Barroso describió como la "reconstrucción de la confianza en los mercados financieros". "El dinero no crece en los árboles, es necesario devolver la ética al sistema financiero y acabar con el oscurantismo del sistema", aseveró, ya que "es evidente que hubo un problema de regulación y supervisión" que ha hecho que "la gente en Europa esté enfadada por lo que ocurrió".