El tirón de la estética marinera
El Salón Náutico de Madrid expone también moda y decoración.
La náutica es una de esas actividades con sus propios códigos y lenguajes. Excitante para los que la practican y tremendamente evocadora para aquellos que observan desde la distancia. Tiene, en definitiva, ese no sé qué que acaba trascendiendo su concepto original.
Será por ello que tanto la moda como la decoración se han nutrido históricamente de sus ambientes y modos para inspirar colecciones y artículos varios. ¿Quién no ha guardado en su armario una camiseta de algodón a rayas en color azul marino? ¿Acaso nunca regalaron una brújula de navegación a un antiguo novio? ¿Y qué me dicen de las botellas con mensaje dentro?
El Salón Náutico de Madrid, que se celebra en Ifema hasta el próximo domingo, da buena cuenta de ese catálogo de oferta, que si bien no se corresponde con la esencia misma de la náutica, sí atesora el interés suficiente como para crear tendencia y vestir ambientes. Ropa, complementos y adornos encuentran hueco en la feria.
Destacan las propuestas de la catalana El Mercader del Mar. La empresa, especializada en la fabricación, importación y venta directa de objetos de decoración naval tanto para el hogar como para las embarcaciones, concurre en la muestra con un amplio repertorio de instrumentos -como sextantes, catalejos, etc.-, maquetas de veleros y barcos y otros artículos diversos. La firma dispone de un taller de artesanía propio que acumula una gran tradición en la producción exclusiva de diseños.
En el capítulo de accesorios para embarcaciones, Eromar presenta el Clamp-Jacket, de la norteamericana PYI. Un protector para los extremos de las abrazaderas que además de proteger al usuario de posibles cortes, ayuda a eliminar el desgaste del material circundante y proporciona un acabado perfecto.