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Ferias de Ifema

Bienvenido a un club que ya es popular

El Salón Náutico de Madrid reúne al sector de la navegación de recreo, una actividad que encara la crisis con altos índices de adeptos.

Tiene un amigo que veranea en un catamarán? ¿Y otro que se hizo patrón de yates hace poco? ¿Es usted mismo? Bienvenido a un club cada vez menos selecto.

La navegación de recreo se ha destapado como un hobby de moda y una opción vacacional en alza. La etiqueta de elitismo que la estigmatizó en el pasado ha evolucionado y, ahora, homenajearse con una excursión mar adentro ya no es coto privado de las grandes fortunas. 'En una sociedad en la que el lujo se ha ido democratizando progresivamente desde hace años, la industria náutica sigue en paralelo esta tendencia', resuelve Alejandro Landaluce, director general de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN).

José Antonio García de Lachica cuenta que su afición a esta actividad le viene 'desde jovencillo'. Pese a ser madrileño (recuerden el estribillo 'vaya, vaya, aquí no hay playa'), siempre atesoró una especial fascinación por surcar las aguas que incluso le llevó a cumplir el servicio militar en la Marina. No obstante, es hoy, recién cumplidos los 49, cuando este abogado disfruta de dicha pasión más intensamente. Acreditada con título su capacidad para manejar embarcaciones, García de Lachica escapa siempre que puede de la capital y toma los mandos.

Las empresas de alquiler de embarcaciones no temen la contracción del negocio, que sí afecta en la caída de las ventas

Como él, son muchos los admiradores de la navegación y sus secretos que han dado el paso a la práctica recientemente. Tantos, que en 2007 el parque español de barcos registró su particular récord: 12.957 nuevas matriculaciones, incluidas las motos de agua. Para algunos expertos del sector, el boom está íntimamente relacionado con la irrupción de los cruceros en los catálogos turísticos. Para otros, el despegue es fruto del mundo global en el que vivimos, donde el acceso a la información ha desbordado los límites de lo cercano, abriendo nuevos horizontes y alternativas de ocio. Pero el argumento más determinante, en el que todos coinciden, es que su atractivo radica en la personalización del viaje. 'Te permite estar a tu aire y si quieres compañía, eliges tu compañía -y no el niño con la pelotita en la playa-; accedes a lugares a los que no llegarías con el coche y descubres entornos naturales únicos', remacha García de Lachica. Combinando las variables dinero y tiempo, se organiza un itinerario propio con absoluta libertad.

Ahora bien, sobre el apacible panorama del interés por la náutica se ciernen nubarrones. La crisis en la que el país anda sumergido ya ha recortado las ventas y por ende la industria. El principio de la tormenta se escenificó en 2008, cuando 'después de diez años con crecimientos por encima de lo normal, las matriculaciones cayeron un 24%', explica Landaluce. Según su opinión, en España no se han acometido reformas estructurales que impulsen el negocio y eso ha restado competitividad al sector nacional frente a los países vecinos. 'Aquí, cuando compras una embarcación, debes pagar un impuesto adicional del 12%, además del IVA; mientras, en Italia no solamente no cobran ese plus sino que han establecido exenciones fiscales', zanja. Eso por no hablar de los precios que implica el mantenimiento de una embarcación, mucho más altos.

El director general de la ANEN lo tiene claro: 'Hemos prosperado a espaldas de la Administración'. Y en una coyuntura económica que ahoga a las familias, el presupuesto para extras desaparece.

Bajo el chaparrón financiero, ¿cómo se las apañarán los adeptos al mar de clase media ganados para la causa en la última década? Todo indica que las empresas de chárter serán las grandes beneficiadas.

Eduardo San Román, uno de los dos propietarios de Iberomar Costablanca asegura no estar preocupado. 'Habrá problemas para comprar una embarcación, pero a quien le gusta el mar no puede renunciar a él. Los aficionados continuarán alquilando, porque además es relativamente barato'. Un velero para cuatro personas un fin de semana de agosto (temporada alta), por ejemplo, cuesta alrededor de los 450 euros.

La baza comercial que las compañías de chárter vislumbran en este momento se nutre, asimismo, de servicios agregados. Casi todas ofrecen la posibilidad de practicar buceo, pesca submarina o windsurf y kitesurf, a la vez que navegar. Un repertorio más diversificado para satisfacer el amplio espectro de demanda.

Esa asociación de actividades es, precisamente, una de las notas destacadas en la undécima edición del Salón Náutico de Madrid. Desde hoy y hasta el próximo domingo, los enamorados del mar tienen una cita en Ifema con las propuestas que han de sostener la incipiente popularidad de la navegación.

Cinco días para visitar la feria

Hasta 80 empresas del sector presentarán sus últimas novedades en la undécima edición del Salón Náutico de Madrid, que se celebra en Feria de Madrid durante los próximos cinco días -de miércoles a domingo-. Desde embarcaciones en todos sus segmentos, hasta accesorios y equipos electrónicos o complementos de moda marinera, el certamen acogerá en el pabellón 12 un catálogo muy actual de cara a la temporada estival que sobreviene. La feria, que fue visitada en 2007 por 29.270 profesionales y aficionados, ejerce así como plataforma comercial en un momento decisivo para el ramo. Se trata de potenciar, 'más que nunca, su indiscutible papel como dinamizador de la industria de la navegación, dada la coyuntura económica', apuntan los promotores.En paralelo a la zona de exposición, la organización ha programado un amplio calendario de actividades y jornadas técnicas, en las que participarán tanto empresas como asociaciones y expertos. En esta ocasión, el Foro del Mar convocará, entre otras, el II Certamen Windsurf-FMV El Mundo en Madrid y el I Encuentro FMV de Vela Adaptada.

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