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Lealtad, 1
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Solamente somos algo más pobres

Asumamos, simplemente, que somos más pobres hoy que hace un par de años. No por la pérdida de valor de las acciones o de los ladrillos. Unas pérdidas que en la mayor parte de los casos están más en la cabeza de cada cual que en el monedero: no se gana o se pierde hasta que se vende. Hoy no se trata de valoración de carteras, sino de la economía en general. España había vivido por encima de sus posibilidades durante algunos años, y ahora toca volver. Ni más ni menos.

¿Cuánto más pobres somos ahora? Cualquier cifra es lanzar una moneda al aire, pero se puede decir que el país vivía, a grandes rasgos, un 10% por encima de sus posibilidades. æpermil;se era el déficit exterior del país; lo que ganaba sin producir gracias al paraguas europeo. Luego, obviamente, seremos algo más pobres porque todo el mundo será más pobre como consecuencia de la crisis mundial en la que caímos por obra y gracia de la ingeniería financiera y otros inventos.

No hacía falta estudiar demasiado para darse cuenta de que se gastaba más de lo que se ganaba; bastaba ver los precios en la hostelería o los de ciertos oficios de la construcción, por no hablar de los alquileres de locales, restaurantes.... Pero conviene no perder la perspectiva: Vivir por encima de las posibilidades de cada cual exige una corrección, no un harakiri colectivo. Y, quizá, quien deba empezar por asumir que somos más pobres sean quienes venden pisos, pues la crisis parece no ir con ellos. Si los pisos estaban sobrevalorados un 25%, un 30% en un contexto de crecimiento mundial sostenido, ¿cuánto pueden estarlo en el peor entorno económico en décadas?

También cabría esperar algo de sensatez de asociaciones de empresarios y sindicatos. Estos últimos deberían asumir que, sin inflación y con paro disparado, la contención de precios no es ningún disparate. Y los primeros, que tan pronto piden un paréntesis en el libre mercado como ven en el abaratamiento del despido la piedra filosofal. Quizá tampoco se hayan enterado de que somos más pobres. nrodrigo@cincodias.es

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