El reinado más corto de la historia
Los rebotes de las Bolsas son cada vez más efímeros.
El rey Carlos I de Portugal nació en 1863. Alcanzó el trono de Portugal tras la muerte de su padre el 19 de octubre de 1889. Desde ese mismo día tuvo que enfrentarse a una dura y cruel oposición. Un año después los ingleses dieron un ultimátum a Portugal para que abandonara determinadas colonias africanas, lo que llevó a Carlos a una difícil negociación que provocó el descontento popular, desencadenando la Revolución Republicana de Oporto. La situación era cada vez más difícil para el rey hasta que un día en que toda la familia real volvía de Villaviciosa, en concreto el 1 de febrero de 1908, cuando estaban en las calles de Lisboa varios pistoleros atentaron contra su vida. La reina no sufrió daño pero el rey y el príncipe heredero Luis Felipe de Portugal resultaron gravemente heridos. Poco tiempo después moría el rey Carlos I, por lo que el rey pasaba a ser su hijo, que a su vez víctima de sus heridas en el atentado moría 20 minutos después, tomando el trono el infante Manuel que reinaría bajo el nombre de Manuel II. Este brevísimo reinado de poco más de un cuarto de hora está registrado infaustamente como el reinado más corto de la historia.
Si revisamos los gráficos, nos daremos cuenta que los rebotes que van salpicando la marcha de las Bolsas cada vez tienen una vida más efímera, al estilo del reinado de Manuel III. La oposición bajista es tan grande, la tendencia tiene tanta fuerza que a pesar de varios intentos no se ha conseguido rebotes claros, pese a que la sobreventa es alta. No obstante no debemos olvidar que los indicadores de momento pueden seguir durante largo tiempo sobrevendidos cuando la tendencia es fuerte, sin que esta afloje la marcha.
El Dow Jones ha perdido todos los soportes mayores, y por debajo del débil soporte de 7.000 puntos no tiene nada a lo que agarrarse. Casi 12 años de subidas constantes han quedado fulminados en pocos meses, dejando claro que la Bolsa, como todo, tiene sus pros y sus contras.
La tendencia es bajista, y eso es lo que manda, no se debe ir contra ella. No parece además que sea fácil que cambie en el corto plazo.
Otro gráfico interesante a revisar es el del Nikkei. Hasta 12 rebotes en cerca de 20 años, que sólo fueron eso, el caso es que nunca se recuperó del crac de finales de los ochenta, ni lo hará, al menos en muchos, muchos años. El mito de que la Bolsa siempre sube a largo plazo y que es la mejor inversión parece que cae con estos gráficos.
En realidad puede que nunca haya sido así, simplemente las estadísticas se sesgaron gracias a una gran tendencia alcista que duró mucho tiempo.
Y ojo que el Nikkei vale la sexta parte que a finales de los ochenta, teniendo en cuenta todos los cambios que ha habido en el índice en estos años. Y ya saben que en los índices salen los valores que son bajistas y entran los alcistas, y además hubo varios valores de aquella época que ahora valen cero, porque quebraron. Si pudiéramos calcular el valor del Nikkei tal y como estaba, es decir con los mismo valores que a finales de los 80, el mito bursátil quedaría más demolido aún. Tarde o temprano llegará una gran oportunidad, al margen de los rebotes, pero eso los gráficos lo dirán. De momento sigue la tendencia bajista. Paciencia.