Tan sólo una de cada cuatro carteras se salva de las pérdidas

Sólo una cuarta parte de los planes de pensiones existentes en el mercado español presenta a estas alturas del año ganancias de algún tipo, aunque sean moderadas. El resto no ha cosechado en los dos primeros meses del año más que desgracias y en una cuarta parte de los planes estos contratiempos llevan ya doble dígito, es decir, en apenas dos meses hay un elevado número de planes con pérdidas superiores al 10%.

Naturalmente son los planes de renta variable los más castigados, junto con los planes de renta variable mixta, es decir, aquellos que invierten en acciones más que en bonos y que asimilan altos niveles de riesgo. Las perspectivas de mejora de la Bolsa son escasas porque el pilar sobre el que debería asentarse cualquier recuperación, el estado de salud del sector financiero, no acaba de mostrar señales que ofrezcan suficiente garantía. Esta misma semana, los bancos han estado en el centro de los problemas, con unos grados de volatilidad que este sector no conocía desde tiempo inmemorial. Es en la renta fija en donde los partícipes de los planes de pensiones tienen cierta expectativa de ver reconfortadas sus inquietudes, en especial en la renta fija a medio y largo plazo, donde algunos planes han logrado mantenerse en positivo.

La evolución futura de los mercados de bonos permite abrigar ciertas esperanzas de mejoría en este segmento del mercado, ya que la demanda de liquidez por parte de los emisores públicos y de los privados que actúan con el aval de los organismos estatales está haciendo subir las rentabilidades ofrecidas, dada la creciente competencia en la captación de dinero. En la renta fija a corto plazo, las oportunidades son posiblemente menores, aunque también es más bajo el riesgo ya que no hay tanta volatilidad como en el medio y largo plazo. Las oportunidades de migración entre planes de pensiones ofrecen en este sentido una oportunidad para abandonar los planes menos interesantes.