La Caixa descarta la posibilidad de que España y la zona euro caigan en deflación.
Cree que el ajuste financiero en España se puede hacer "de forma más ordenada" que en otros países, al carecer de activos tóxicos
El subdirector de La Caixa y responsable del Departamento de Estudios y Análisis Económicos, Jordi Gual, descartó hoy la posibilidad de que España o la Zona euro puedan caer en "deflación" pese a los últimos datos negativos del IPC, que atribuyó al descenso del precio del petróleo. "Es algo imposible", aseguró. Además, se mostró convencido de que el ajuste financiero en España se puede hacer "de forma más ordenada" que en otros países, al carecer de activos tóxicos.
Durante su intervención en un almuerzo organizado en la capital vizcaína por el Club Financiero de Bilbao, bajo el título "Economía española y crisis financiera internacional", Gual aseguró que, en estos momento de crisis mundial, el mundo "se tiene que desapalancar, el sector privado debe reducir su endeudamiento".
"Si se tiene un sector público que ha sido prudente y está poco endeudado, para evitar una demanda y ajuste brutal, ese sector público puede ayudar, endeudándose un poco, a suavizar la transición", señaló.
Agregó que en España se dispone de un sector público "que ha hecho bastantes deberes en los últimos años" y "algo de margen nos da para esa suavización del ajuste. Algún margen hay, aunque tampoco hay carta blanca", manifestó.
Entre los "rasgos distintivos" del país, en el marco de la crisis, destacó el ''boom'' inmobiliario, consecuencia de la facilidad de acceso al crédito. "Los alargamientos de los plazos han contribuido a que las familias y las empresas españolas hayan tenido un mayor acceso a la financiación, de un modo sólido y estable", dijo.
Además, destacó el "ejemplo internacional a seguir" que supone la provisión anticíclica que el Banco de España impuso a las entidades financieras, "que obliga a guardar reservas en los tiempos de vacas gordas para cuando vienen las flacas". "Eso -señaló- contribuye a dar al sistema español una cierta cierta capacidad de aguantar los ciclos".
El subdirector de la entidad financiera reconoció que el país se enfrenta a un "contexto difícil" al que nadie podía haberse anticipado, con tiempos precedentes en los que se "apalancó" y mantuvo "unas altas tasas de inversión". En su opinión, este hecho, unido al necesario "ajuste del sector inmobiliario" que había producido viviendas "en exceso" respecto a la "demanda estructural del país", contribuye a que la economía estatal "también se enfrente a una situación de recesión".
"La economía está cayendo muy rápidamente. La recesión es muy abrupta. Es el contexto de rescisión financiera, la crisis global, lo que provoca ese cambio tan acelerado, que incide rápidamente en el mercado laboral, provocando un rápido aumento de la tasa de paro, sólo atenuado por un contexto inflacionario que, por suerte, apunta en la dirección correcta", argumentó.
Sin embargo, Gual descartó que la economía española "esté en riesgo de deflación". "Pienso que vamos a tener algunos meses del IPC con tasas de crecimiento negativo, pero esto no es una deflación, esta caída es una consecuencia de la caída de los precios del petróleo", precisó.
Según indicó, la posibilidad de que se produzca la deflación "no está en nuestras previsiones", ni siquiera para el conjunto de la zona euro "porque, con la cantidad de dinero que ha puesto en el mercado el Banco Central europeo, una deflación es prácticamente imposible". "Podrá haber algún mes de IPC general negativo, pero no una situación de deflación como la que se vivió en Japón", añadió. Para el dirigente de La Caixa, el ajuste económico en España vendrá "determinado" por el que se lleve a cabo en el sector de la vivienda. También destacó la "alta financiación" y recordó que España contaba, en los últimos años, con un déficit por cuenta corriente de un 10 por ciento, "protagonizado por el exceso de gasto de las familias y de las empresas, en relación a su ahorro" mientras que el Estado "era superavitario". En la actualidad, el país está llevando a cabo "su desapalancamiento", y el Estado "pasa a una situación de déficit" para contribuir a que el ajuste "sea de lo más suave posible". "Pero -agregó- ajuste, haberlo tiene que haberlo".
Razonablemente controlada
No obstante, se felicitó por el hecho de que España dispusiera de una situación "razonablemente controlada" de deuda del sector público "en el momento en que impacta la crisis financiera internacional", por lo que existe "una cierta holgura" para "compensar esa situación de desendeudamiento del sector privado". En concreto, España inició la situación de crisis con, aproximadamente, un 40 por ciento de deuda en relación al PIB, que demuestra la existencia de "un cierto recorrido". "Estamos mejor que países como Italia o, incluso, Reino Unido, que tiene un sistema financiero tocado y un Estado no tiene tanto fuelle para salir al auxilio de ese sector que juega en su economía un papel fundamental", apuntó.
Gual, que hizo una radiografía del estado de determinadas economías internacionales, aseguró que, lo que debe evitar España es el ejemplo de Japón, economía que tuvo "una caída de actividad", seguida de "un estado de atonía" durante diez años. "Tuvo el problema enorme de una gran burbuja inmobiliaria, no supo sanear su sector bancario, no tiene una economía flexible y agotó rápidamente su margen de maniobra fiscal, con lo cual, condujo a la economía al desastre". En el caso de EE.UU., predijo que, de solucionar el problema del saneamiento financiero, "son capaces de salir, aunque no serán tan alegremente como en el pasado".
Por otra parte, consideró que en España el saneamiento financiero "se puede hacer de forma más ordenada", al no contar con activos tóxicos, mientras en Europa "han contaminado bastantes entidades financieras". "Creo que tenemos más margen de maniobra fiscal y nos permitiría salir bien", explicó. No obstante, llamó al atención sobre el "ajuste inmobiliario", que "pesa" sobre la economía española.