Airis reduce un 64% su plantilla y minimiza la producción de PC en su planta de Guadalajara
El fabricante español de ordenadores Airis ha reducido su plantilla un 64% entre 2007 y 2008. La firma, que se vio afectada hace dos años por un escándalo asociado al impago del IVA por parte de proveedores, ha suprimido 320 empleos. El recorte ha afectado sobre todo a su fábrica de Guadalajara, donde apenas ensamblan PC.
Apenas si tiene algo que ver la Infinity System actual con la empresa fundada por los hermanos Molera en 1995. La compañía, que llegó a liderar el ranking español de ventas de portátiles durante 2002 y 2003, tras ser capaz de vender más ordenadores de este tipo que HP, Acer o IBM, ha reducido su plantilla desde los 520 trabajadores que tenía en 2006 a los 180 con los que ha cerrado 2008. Un recorte de más del 64% en dos años que ha afectado especialmente a su fábrica de Guadalajara, donde la compañía ha reducido al mínimo la producción de PC.
En este espacio de 24 meses, la firma también ha visto descender drásticamente sus ingresos. Cerró su ejercicio de 2006 con una facturación de 406 millones de euros, muy lejos de los 250 millones con los que prevé cerrar 2008 (su ejercicio finaliza el 31 de marzo de 2009).
'La inspección que sufrimos en noviembre de 2006 por parte de la Agencia Tributaria en una operación contra el fraude del IVA, nos provocó un shock tremendo', reconoce a CincoDías el director general de Infinity System, José Vicente Molera, tratando de explicar las razones de esta caída tan vertiginosa en los ingresos. El directivo cuenta que aquel caso, 'que sólo afectaba a algunos de nuestros proveedores y que hoy sigue bloqueado en la Audiencia Nacional', obligó a modificar las fórmulas de producción de la compañía e incluso a abandonar actividades ligadas a su negocio.
A partir del caso, la empresa dejó de adquirir componentes a suministradores nacionales, lo que le llevó a alargar los plazos de entrega de sus equipos informáticos. 'Nos hizo perder operaciones, pedidos urgentes de gran volumen con retailers porque, aunque podíamos responder a su demanda, no teníamos capacidad para llevarlo a cabo en el plazo que nos pedían', subraya.
Con estas dificultades, Airis decidió reducir al máximo la producción de su planta de Guadalajara (de los 20.000-30.000 PC que fabricaba al mes ha pasado ahora a ensamblar poco más de 1.000) y subcontratar la fabricación en China. 'Teníamos unas 150 personas destinadas al ensamblaje de equipos; ahora esa parte de la plantilla se ha quedado reducida a 20 trabajadores, porque en nuestra fábrica de Alovera solo hacemos los ordenadores que requieren una gran personalización, además de algunas manipulaciones sencillas como añadir tarjetas SIM o módem 3G', dice.
El directivo explica que Airis se vio obligada igualmente a abandonar la actividad de trading -compraventa de componentes como memorias, chips y discos duros-, por las que obtenía unos ingresos de entre 70 y 130 millones de euros anuales. Aún así, Molera defiende que Infinity System no ha dejado nunca de ser rentable. 'Este negocio de exportación e importación nos aportaba muchos ingresos pero poca rentabilidad, pues se trabaja con márgenes del 3%-4% y precisaba mucha estructura'.
El ejecutivo admite que el caso del IVA generó también desconfianza entre las entidades financieras. 'Nos cortaron las líneas de crédito por miedo, con lo cual tuvimos que adaptar nuestra actividad a la propia tesorería generada por la empresa'. El fundador de Airis cree, no obstante, que esta situación les favorece ahora, puesto que muchos de sus competidores se enfrentan hoy a la dificultad de acceder a créditos para mantener sus operaciones, 'algo por lo que hemos pasado y nos pilla ajustados'.
El directivo se muestra, pese a todo, optimista tras volcar la compañía al área de los servicios, un segmento con más márgenes. ¿El futuro de Airis? 'Tan incierto como para todos. Ahora sólo me preocupa no perder dinero, pero tengo una gran confianza en el proyecto', dice.
Los servicios, en el centro
Molera se muestra tranquilo con el futuro de Airis. 'Tengo una compañía más ligera de estructura y volcada en los servicios, donde hay mayores márgenes'. La nueva Airis se ha diversificado mucho: seguridad, energía solar, formación, servicios de telecos combinados con sus equipos. La firma confía en que estos negocios le aporten 120 millones en 2010, un 40% de su facturación total. Y es que Molera apunta que otra razón que le ha llevado a perder ingresos ha sido la bajada de precios de los equipos informáticos. 'Han caído un 40% en un año. Un portátil que valía 700 euros en 2007, ahora cuesta 450. Esto nos ha supuesto una caída de ingresos de 50-60 millones, pese a que vendemos las mismas unidades'.Aunque Airis ocupó en el cuarto trimestre de 2008 la 10 posición en el ranking español de portátiles (según IDC, tiene una cuota del 1,4% frente al 3% de 2007), Molera confía en productos como el notebook N1102, que según GFK, fue el portátil más vendido en retail en España en noviembre.