Rajoy se enroca y presenta al PP como víctima de una trama
La foto de familia que se improvisó en la sede del PP refleja hasta qué punto Mariano Rajoy siente en peligro su liderazgo. En un intento de imponer el cierre de filas ante los escándalos, hubo quien le pidió, como Ana Botella, que este arropamiento se extienda también a su marido, José María Aznar.
Sólo faltó Fraga. Mariano Rajoy acogió ayer con entusiasmo la idea que le trasladó la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, de comparecer el comité ejecutivo en su conjunto ante los periodistas como si el PP fuera una familia bien avenida. Sólo faltó Manuel Fraga Iribarne, pero allí estaba desde Alberto Ruiz-Gallardón, a la izquierda del líder, hasta la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, pasando por Ana Botella. efe
Aznar y algunos de sus protegidos se están viendo salpicados por algunas de las revelaciones surgidas al hilo del sumario que instruye el juez Baltasar Garzón por una presunta trama de corrupción urbanística. Sus fieles, que todavía los hay dentro y fuera del grupo parlamentario, exigieron ayer por boca de la concejal de Medio Ambiente de Madrid, Ana Botella, que si el partido cierra filas con Mariano Rajoy también lo haga con Aznar. El líder del PP le prometió que así será.
La percepción de que a Rajoy le falta liderazgo para sortear esta crisis sobrevoló ayer la reunión del comité ejecutivo del partido. Hasta el punto de que para emitir una imagen de unidad, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, propuso que sus integrantes arroparan al líder compareciendo juntos ante los periodistas. Así sucedió y fue el propio Rajoy y no Dolores de Cospedal, como se había previsto en un principio, quien dio lectura a una declaración que intenta transformar la red de corrupción urbanística tejida en los aledaños del PP en una trama orquestada contra el propio partido. 'No se puede acusar a una fuerza política, no se puede establecer una causa general contra quien no puede defenderse, contra quien desconoce de qué se le acusa exactamente', dijo Rajoy al exigir el levantamiento del secreto sumarial. 'Este es un acto obsceno, es el mínimo calificativo que se le puede aplicar. Esto es un acto que liquida la calidad de la democracia', añadió en referencia a la cacería de fin de semana en la que participaron el juez Baltasar Garzón y el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo. Este ocio compartido del juez y el ministro llevará al PP a recusar a Garzón y a interrumpir 'cualquier interlocución con el Ministerio de Justicia mientras el señor Bermejo siga siendo su titular', anunció Rajoy. Poco después Federico Trillo anunció que el PP suspende el Pacto de la Justicia al considerar 'inaceptable' al ministro.
Para poder acceder al contenido del sumario, el PP se personará en el mismo como acusación particular. De esta forma, conocerá desde donde le pueden venir los tiros. Hay nerviosismo, porque se desconoce el alcance de las escuchas grabadas por la policía. Los nervios se extienden también a altos cargos del PP de la comunidad valenciana, donde el escándalo, de momento, está teniendo mucha menos repercusión que en Madrid.