Los efectos colaterales de la flexibilidad de los rescates
El mes de enero tampoco ha sido favorable para los planes de pensiones españoles, que en conjunto han registrado pérdidas en el mes algo inferiores al 2%. La renta variable ha vuelto a ser la causante de estos malos resultados y la renta fija, con rendimientos muy modestos, ha sido insuficiente como para neutralizar las pérdidas del conjunto de los planes y en especial de los de tipo mixto, en los que se combinan ambos tipos de activos. Los activos bursátiles, cuando bajan -y este año llevan entre un 7% y un 8% de pérdida acumulada-, lo hacen con una mayor intensidad de la que logran los planes de renta fija en sus subidas.
La debilidad de la renta variable va a tener un efecto colateral nocivo en el inmediato futuro si finalmente las autoridades reguladoras del sector aprueban las medidas de liberalización de los rescates de dinero por parte de aquellos partícipes que se encuentren en situación de paro desde hace al menos seis meses. Hasta ahora, el paro que daba opción para rescatar el dinero del plan de pensiones debía prolongarse durante más de doce meses. Este mínimo será reducido para facilitar algunas situaciones especialmente delicadas a causa de la crisis económica, ya que hay familias que tienen el dinero acumulado y no pueden disponer de él en momentos de dificultad económica. En el pasado, el recurso a este tipo de rescates ha sido muy exiguo, casi testimonial.
Ahora, con las valoraciones de algunos planes en mínimos, se darán casos de partícipes que necesiten retirar el dinero y se verán obligados a materializar pérdidas, que en el caso de sus planes de renta variable serán considerables, lo que puede reducir la efectividad de esta flexibilidad o, en todo caso, provocar un recorte muy sensible del dinero rescatado, inferior a las aportaciones realizadas. Quizás algunos partícipes opten directamente por no aprovechar esta posibilidad porque lo ahorrado está por debajo de sus necesidades actuales.