Los fondos acusan la crisis
En perspectiva, las cifras de la actual crisis financiera y económica no dejan lugar a dudas sobre el notable alcance de la misma. Buen ejemplo es la evolución del patrimonio en fondos de inversión. Y es que las familias están transformando sus ahorros.
Las razones son variopintas. En primer lugar, hay razones relativas al mercado. La rentabilidad de la industria en 12 meses a septiembre era de -3,3%, con el agravante de que todas las categorías, excepto la de renta fija en euros (+2,2%), ofrecían retornos negativos. Es cierto que ha habido transformación de productos de riesgo hacia otros de perfil más conservador, pero también ha habido salidas de patrimonio hacia otros instrumentos de ahorro.
Este efecto sustitución ha tenido dos fases. Una inicial, dominada por el atractivo de las rentabilidades ofrecidas por los depósitos bancarios, y una segunda, asociada al riesgo sistémico, en la que la percepción de riesgo disparó la petición de un escalón superior de seguridad: activos soberanos.
En ambos casos la inversión a plazo hace poco probable que el dinero dirigido a estos productos retorne con facilidad a los fondos de inversión.
Otro efecto que ha provocado salidas está siendo la necesidad de tirar de la riqueza financiera y de los activos más líquidos para cubrir necesidades en empresas y familias, mientras que situaciones como la del affaire Madoff hacen mella en la credibilidad de algunos nichos de esta industria (gestión y productos del mundo hedge).
La intensa caída del patrimonio gestionado está transformando algunos aspectos de la industria: es más que probable que veamos cambios en las estructuras de costes.
Más outsourcing, más marca blanca para servicios intensivos en capital o recursos, siempre que no comprometan la distribución final; menor número de jugadores pequeños, en este sentido el ejercicio 2008 es un año que invita a una profunda reflexión.
Juan Luis García Alejo. Director de análisis y gestión de Inversis Banco