Los títulos independientes incentivan la venta online
'World of Goo' de Wii y 'Braid' de Xbox 360, sin soporte físico, se cuelan entre los mejores del pasado año.
Dos de los mejores videojuegos del año pasado según todos los analistas no pueden comprarse en las tiendas. Tanto Braid -exclusivo para Xbox 360- como World of Goo -disponible para PC y Wii- son proyectos independientes diseñados por equipos reducidos, con presupuestos mínimos para lo que es su mercado, y únicamente pueden adquirirse online.
Aunque a priori podría pensarse que el desarrollo de videojuegos es caro y cada vez más exigente en el plano de recursos informáticos, el equipo de dos personas responsable de World of Goo viene a desmontar cualquier idea preconcebida. 2DBoy, la empresa creada por Kyle Gabler y Ron Garmel, ni siquiera tiene oficinas físicas. La pareja se reunió durante un año en cafés con conexión Wifi, en sus propias casas y en las de amigos para avanzar en el proyecto. Compusieron la música, hicieron 'con un par de micrófonos y algo de alcohol' los efectos de sonido y pusieron el resultado a la venta por internet. En vista del éxito artístico, Wii ha incorporado el juego a su servicio Wiiware.
Con una estética heredera del cómic independiente o de las pesadillas de Tim Burton, World of Goo consiste en ir construyendo unas torres con bolitas para crear tuberías a través de las que fluye un líquido negruzco. Parece extraño, pero lo cierto es que este concepto original y único ha sido comparado con el de clásicos igualmente difíciles de explicar pero terriblemente adictivos como Tetris o Bubble Booble.
Los creadores de ambos juegos eluden costes de distribución y margen de las tiendas
A diferencia de estos, sin embargo, World of Goo tiene varios niveles, un gran sentido del humor, es manifiestamente ampliable y muy flexible en cuanto a la introducción de variantes. Todo ocupando muy poco espacio, en un riguroso entorno bidimensional: 'Los juegos empezaron a joderse con el 3D', dijo Gabler en la presentación en España del juego.
De los 15 euros que un usuario paga por descargarlo, una generosa porción va para los creadores, eludiendo costes de producción física, distribución y margen de las tiendas. El experimento debe ser satisfactorio para 2DBoys, que puede seguir trabajando con independencia y repetirá su modelo en sus próximos proyectos: 'A quien quiera crear juegos, le aconsejaría sólo que tengan imaginación. El dinero no hace tanta falta', afirmó Gabler ante la referencia a proyectos como Grand Theft Auto IV con sus 100 millones de dólares de presupuesto.
Más complejo que el de World of Goo -tres años y unos 200.000 dólares de inversión- fue el desarrollo de Braid, un juego de plataformas de singular apariencia visual. Los entornos parecen creados por pinceladas de Van Gogh, la historia contiene elementos oníricos y surrealistas, y tras su desarrollo subyace la ideología subversiva de Jonathan Blow, un creador que considera que los videojuegos 'se encuentran cercanos a alcanzar la influencia social y cultural de las otras formas de arte'.
En un primer vistazo, Braid parece un juego de plataformas del estilo de los clásicos Super Mario, pero en realidad cada pantalla es un complejo puzle. Cada uno de los siete mundos que componen el programa tiene su propia mecánica de juego. En uno de ellos, por ejemplo, el tiempo avanza si el jugador se dirige a la derecha, y retrocede si va hacia la izquierda. Braid cuesta 12 euros a través del servicio Xbox Live.
El éxito de estos juegos y otros muchos ya concebidos directamente para su venta online podría considerarse como el inicio de una tendencia que las propias grandes del entretenimiento parecen dispuestas a impulsar: la eliminación de los formatos físicos.
Tras la derrota del HD-DVD a manos del Blu-Ray el pasado año en la disputa por imponer un sucesor para el DVD, Microsoft afirmó que no incorporaría ningún nuevo formato de almacenamiento ante la convicción de que la distribución futura de contenidos digitales será directamente online, algo que ha emprendido con firmeza con el nuevo videoclub al que se puede acceder vía Xbox o la distribución exclusiva por este medio del próximo juego basado en la película Watchmen.
Las ventas de Blu-Ray permanecen en un nivel bastante modesto, pese a que ya han aparecido reproductores con un precio más asequible -pueden adquirirse por menos de 300 euros-.