Esta caída de la inflación fue consecuencia del fuerte retroceso de los precios de la energía, que bajaron un 8,3% mensual, mientras que acumulan un abaratamiento del 21,3% respecto a diciembre de 2007.
Por su parte, los precios de los alimentos bajaron una décima porcentual respecto a noviembre y experimentaron un repunte interanual del 5,9%.
De este modo, el IPC subyacente, que excluye la volatilidad de precios de los alimentos y la energía, registró una caída mensual de tres décimas, mientras que subió un 1,8% respecto a diciembre de 2007.