El plan de recuperación del BPN prevé la venta de sus servicios centrales a Sabadell
La propuesta de reestructuración del nacionalizado Banco Portugués de Negocios (BPN) presentada por la actual administración del banco al Gobierno prevé la venta de sus sucursales al Montepío Geral y la de sus servicios centrales al español Banco Sabadell, según informa hoy la prensa portuguesa.
La administración del BPN entregó al ministerio de Finanzas el plan de reestructuración del banco. Entre las propuestas está la opción de vender las sucursales de la entidad al Montepío y los servicios centrales al Sabadell. Sin embargo, fuente financieras indicaron que el ministerio "sólo se pronunciará después de haber analizado todas las opciones".
Aunque no se conocen muchos detalles sobre las propuestas, fuentes bancarias, citadas por "Jornal de Negocios" y recogidas por Europa Press, indican que una de las opciones que está encima de la mesa es la venta de los servicios administrativos y centrales al español Banco Sabadell y la absorción del negocio de la banca de empresas por parte de la estatal Caixa Geral de Depósitos (CGD), responsable de la gestión del BPN desde que este fue nacionalizado.
Otra solución posible, según las mismas fuentes, es la absorción del BPN por parte de la CGD. Una tercer hipótesis, es que la CGD absorba los servicios centrales del banco y venda la red de agencias, una vez que el Montepío y el Sabadell, ya han mostrado interés, señalaron las referidas fuentes.
El Banco Sabadell, que tiene un 4,43% del Banco Comercial Portugués (BCP), obtuvo en febrero de 2008 el visto bueno del Banco de Portugal para abrir una sucursal en Lisboa, que ha sido la ciudad elegida por el banco catalán para iniciar su actividad en Portugal, al que consideran "un mercado estratégico y muy importante". El último escenario posible, sería mantener el BPN como institución financiera autónoma.
El BPN fue nacionalizado por el gobierno portugués en noviembre debido a que la entidad se encontraba en una situación financiera al borde de la quiebra, debido a errores de gestión. A partir de ahí, la gestión del banco fue asumida por la estatal CGD, con Francisco Bandeira.