EE UU se replantea la ilegalidad de las redes P2P
Las discográficas de EE UU acaban de comprobar que la justicia no tiene tan claro si es ilegal poner a disposición de otros canciones protegidas a través de Internet. El juez del caso de Jammie Thomas, condenada a pagar 222.00 dólares (unos 156.400 euros) a las seis principales casas de discos por utilizar redes P2P, cambió de opinión hace unos meses al considerar que llevó a equivoco al jurado al dar por hecho que el acto de poner canciones en un directorio público suponía una infracción; y ahora acaba de denegar a la RIAA (la asociación que representa a la industria discográfica en EE UU) su apelación ante su nueva forma de entender el caso .
El letrado ha dado marcha atrás al escuchar nuevos puntos de vista de abogados y jueces como la argumentación presentada de Electronic Frontier Foundation que sostiene que "poner a disposición" es diferente a realizar distribuciones ilegales contrarias al copyright.
El caso se va a reabrir en el mes de marzo, y supone un gran paso para los internautas estadounidenses que han visto cómo desde 2003 más 26.000 personas han sido multadas sistemáticamente por la RIAA por usar redes de intercambio de archivos.
Thomas ha sido la única estadounidense que ha preferido llevar el caso a los tribunales antes de llegar a un acuerdo extrajudicial. El rechazo de la apelación ante el nuevo juicio es el mayor golpe que sufre la RIAA, que nunca había planteado cara a cara a la justicia americana si dejar una canción en Kazaa para que otros la descarguen es un acto delictivo.
Este caso, que hay quien mantiene que puede llegar al Tribunal Supremo, puede suponer un gran cambio en el planteamiento de los derechos de copyright en EE UU. Ante esta perspectiva, la RIAA no ha perdido el tiempo y prepara una estrategia al estilo francés para que los proveedores pongan en marcha el famoso sistema de los tres avisos y corte de servicio.