La compensación entre regiones, una exigencia constitucional olvidada
El fondo de compensación interterritorial nació en 1980 para 'hacer efectivo el principio de solidaridad' y financiar inversiones de las comunidades menos dinámicas. No forma parte estrictamente del sistema de financiación, ya que es la propia Constitución Española quien exige, con 'el fin de corregir desequilibrios económicos interterritoriales', la creación de un 'fondo de compensación'.
Sin embargo, con el tiempo este fondo ha devenido en un recurso marginal. Desde 1990, ha perdido peso en términos reales. En 1986 el fondo de compensación suponía el 0,48% del PIB, mientras que en 2007 apenas alcanzó el 0,12%. Este papel secundario se debe a que sus objetivos son similares a los fondos estructurales de la UE, de los que España ha sido receptora neta en los últimos años. Sin embargo, muchos expertos apuestan por reactivar este fondo en un momento en que la mayoría de recursos de Bruselas viran hacia los países del Este.
En este sentido, el fondo de convergencia que, según el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, el Gobierno incorporará en su propuesta de reforma de la financiación servirá para complementar o, incluso, sustituir el llamado fondo de compensación interterritorial, ya que comparten objetivos. El presidente de Asturias, Vicente Álvarez Areces, propuso a Zapatero la semana pasada la creación de un 'fondo de convergencia' que sirva para alcanzar un nivel de desarrollo similar en todas las comunidades. Mientras que el objetivo del fondo de compensación interterritorial también persigue reducir las desigualdades de renta y riqueza entre territorios.
La propuesta de financiación del Gobierno, que previsiblemente se conocerá hoy, contempla la creación de dos nuevos fondos -el de convergencia y el de garantía de los servicios fundamentales- y mantiene el fondo de suficiencia como mecanismo de cierre del modelo.
Sin embargo, aún se desconoce cómo articulará el Gobierno los tres fondos para evitar solapamientos. Los ingresos que aporte de más el Gobierno a los tres fondos llegarán a las comunidades de forma gradual durante los tres próximos años.
El fondo de garantía de los recursos fundamentales viene a colmar las aspiraciones catalanas de limitar la solidaridad interterritorial a educación, sanidad y servicios sociales, tal y como establece el Estatuto de Cataluña.
Falta conocer cómo afectará todo ello al fondo de suficiencia que, en el modelo actual, sirve para articular la solidaridad. En cualquier caso, el Gobierno confirma que el modelo contempla un mecanismo de revisión anual que tendrá en cuenta el incremento de población de cada comunidad.