Uralita enseña a los escolares a no desperdiciar energía
URSA, la división de aislantes de Uralita, ha llevado a cabo un programa para concienciar a los niños menores de seis años de la necesidad de ahorrar energía en sus hogares. Con una inversión inferior a 100.000 euros, el éxito del proyecto llevará al grupo a ampliarlo a más centros educativos.
Cómo convencer a los niños para que eviten el derroche de energía en sus casas? æpermil;sa fue la idea que se plantearon en URSA, la división de aislantes del grupo Uralita. 'El 40% de la energía que se consume en Europa se destina a las viviendas y con un buen uso se podría reducir a la mitad la energía que destinamos a la calefacción y el aire acondicionado', explica Manuel Geremías, director de marketing de URSA.
'Pensamos que la mejor idea era lanzar un mensaje que llegase a la colectividad de las localidades donde tenemos nuestras fábricas. En concreto, en Hungría, Ucrania, Polonia, República Checa, Lituania, Eslovenia, Italia y España. Nos dimos cuenta de que los niños son los que tienen que tener una mejor concienciación, porque ellos son quienes construirán el mañana', señala. Al margen de las localidades donde el grupo cuenta con una factoría propia, el proyecto también se ha presentado en el Instituto Madrileño del Menor y la Familia.
Pero el primer paso era convencer a la propia compañía. 'Creamos unas piezas de Lego gigantes, que no existen en las tiendas, y presentamos el programa ante 100 personas del grupo; simplemente nos pusimos a jugar'. A partir de ahí, el equipo de Responsabilidad Social Corporativa de URSA ideó un kit con DVD, cuentos, piezas de Lego y caramelos con forma de oso. 'El oso no es casual, es nuestra mascota y la historia que narra el DVD gira en torno a un oso polar que ve cómo la energía, los solecitos que se desperdician en las casas, van disminuyendo el tamaño de su hogar', comenta Geremías. 'En total, hemos hecho 69 kits que se han destinado, sobre todo, a colegios públicos, centros de acogida o guarderías infantiles, porque queríamos dedicar el programa a niños de hasta seis años', apunta. Y la reacción de los centros ha sido muy positiva. 'Los niños están encantados, entienden perfectamente el mensaje'.
'Estamos muy satisfechos porque realmente ha sido un proyecto muy modesto, que ha conllevado una inversión de menos de 100.000 euros', explica el responsable de marketing de URSA.
'Nos han pedido dar continuidad a la historia, porque nadie está haciendo nada parecido y hay iniciativas que simplemente no llegan a los niños. También podemos repetir el proyecto en otros centros, más allá de los alrededores de nuestras fábricas'.
Cuánta energía ahorra su producción
Al margen de las actividades destinadas al público infantil, Uralita ha puesto en marcha un programa para cuantificar la eficiencia de su producción. 'Queríamos estudiar cómo es el ciclo de vida de nuestros productos y decidimos encargárselo a una universidad alemana', asegura Manuel Geremías. 'Por ejemplo, descubrimos que por cada unidad de energía que necesitamos para producir nuestros materiales, es decir, la obtención de las materias primas, la fabricación o el transporte, ahorrábamos 243 unidades de energía a lo largo de toda la vida útil del producto', explica el responsable de marketing de URSA. Mientras, 'cada unidad de CO2 necesaria para producir, transportar e instalar una unidad funcional de lana de vidrio, equivale a 121 unidades ahorradas durante su etapa de uso', continúa. Internamente, 'nuestro objetivo es que todas las fábricas tengan todos los certificados obligatorios y voluntarios y mejorar, por ejemplo, la reducción de emisiones', explica Geremías. 'No tenemos problemas de vertidos porque tenemos circuitos cerrados de agua', señala.