Las franquicias tienen paralizadas hasta el 70% de las inversiones
La crisis ha golpeado de lleno a las franquicias. Según el sector, actualmente están paralizadas entre el 60% y el 70% de las operaciones, a la espera de recuperar la confianza y con ello retomar las inversiones. De hecho, este año se prevé el cierre de alrededor de 200 enseñas, el doble que en años anteriores.
Si las operaciones financieras están paralizadas a la espera de recuperar la confianza, lo mismo sucede con las inversiones en el sector de la distribución. En concreto con el segmento de las franquicias. 'Actualmente están paralizadas entre el 60% y el 70% de las operaciones y lo mismo me estoy quedando corto', señala Santiago Barbadillo, director general de Barbadillo Asociados.
'Es cierto que en el sector sigue habiendo dinero para invertir y que hay un alto número de empresas internacionales que quieren entrar en España, pero ahora no se está por la labor de invertir, aunque se tengan los recursos', asume el responsable de la asesoría de franquicias, que cuenta con 16 oficinas alrededor del mundo. 'Es un problema de falta de confianza a la espera de que alguien vea la luz al final del túnel, algo que podría pasar en el segundo semestre de 2009 siempre que los bancos eliminen las restricciones de crédito', matiza.
Y no hay sector que se escape de la crisis, aunque algunos se han visto especialmente perjudicados por el frenazo en seco del consumo: el inmobiliario y los servicios financieros. No en vano, este año el número de cierres de franquicias va a dejar atrás el de años anteriores. En concreto, las previsiones del sector pasan porque hayan echado el cierre en 2008 unas 200 cadenas, cuando en ejercicios sin sobresaltos financieros solían cerrarse en torno a 100 o 150 firmas.
'No creo que las oficinas inmobiliarias terminen desapareciendo, pero sí está claro que tienen que transformarse, es lo mismo que está pasando con las agencias de viaje', apunta Barbadillo. 'Tendrán que especializarse, dar un valor añadido, más garantías y sensación de seguridad a los compradores', asegura.
De hecho, el turístico es uno de los sectores que más se ha resentido. Hace sólo unos días el presidente de la Federación de Agencias de Viaje, Rafael Gallego, señalaba que se estima el cierre de 700 locales sólo durante el primer trimestre de 2009. De ellos, apuntaba, alrededor de 400 se realizarán entre los grandes grupos turísticos españoles.
La restauración se resiente
Tampoco la restauración y el textil se libran de la paralización del sector. 'Los restaurantes no funcionan mal, aunque su facturación ha descendido', explica Barbadillo. 'Cuesta más abrir un restaurante que hace un año, pero es que conllevan una alta inversión, como media unos 400.000 euros, y requieren una gestión muy exigente'.
En cuanto a las cadenas de moda, Barbadillo critica cómo 'el textil siempre se queja, nunca está contento con las condiciones de mercado'. 'Hoy venden menos y hay más rebajas, porque es el sector más sensible al consumo'. 'Siempre ha habido cadenas que venden a precios baratos y ésas se han visto beneficias, pero en general el sector de las franquicias no se distingue por tener precios baratos', apunta. Aunque reconoce que las franquicias de alta gama están esquivando mejor la crisis, duda de que sean capaces de elevar sus ventas.
Sin embargo, no todo son malas noticias para el sector. Mientras los negocios vinculados al ladrillo y a la intermediación financiera pierden terreno, otros lo ganan. En concreto, los negocios relacionados con los servicios que conllevan menor inversión y que, en algunos casos, no requieren locales en calle. 'Estamos viendo surgir nuevos negocios, por ejemplo, empresas de montaje de ruedas online que trabajan a domicilio, lo mismo en servicio de electricistas, porque pueden contratarse por internet'. La otra vía de expansión del sector está vinculada al cuidado personal, por ejemplo, las relacionadas con la estética o los gimnasios.
Mirar fuera, la principal opción para crecer
Si el mercado doméstico ha frenado en seco, no sucede lo mismo con las inversiones fuera de España. 'Las cadenas españolas cada vez se internacionalizan más, pero suelen mirar más hacia Latinoamérica cuando la vía de expansión más natural es Europa', señala Santiago Barbadillo. 'Muchas veces se piensa que América Latina es más fácil, sobre todo por el idioma, pero nuestro mercado es el europeo y es ahí donde tenemos que ser más activos. Por ejemplo, hay una empresa de ITV (Inspección Técnica de Vehículos) de Navarra que está tratando de desarrollarse en América Latina, porque ahora las revisiones son obligatorias y ellos cuentan con la tecnología necesaria'.La otra vía de expansión viene del Este. 'Asia es un mercado muy interesante, pero operativamente muy complicado, porque cuesta mucho'. En el Lejano Oriente, los mercados con mayor potencial para las empresas españolas son China e India. En el primero, Barbadillo apunta la creciente clase media y el gusto por lo occidental que llega incluso a la gastronomía. 'Seguro que los bares de tapas terminan triunfando, pero tienen que vender muy bien la marca porque a los chinos les importa mucho la tradición y vincular el origen de una enseña con una tradición o una historia'. Por el momento, la primera cadena en dar el salto ha sido Lizarran, de Comess Group, que prevé abrir 50 locales en China antes de 2015.