Un nuevo mapa bancario con muchos menos jugadores
Sólo resistirán el embate de la crisis los más fuertes, pero también los que logren mantener su reputación entre los inversores. Las turbulencias vividas en 2008 han demostrado que la falta de confianza puede terminar con una entidad en horas o días. Así ocurrió con el británico Northern Rock, entidad donde las largas colas de sus clientes para retirar los ahorros forzaron su nacionalización, o con Lehman Brothers, colapsado al no poder tener acceso a la financiación. Los expertos creen que la recomposición del mapa bancario mundial dará lugar a un tapiz integrado por un número muy inferior de jugadores.
Fusiones
2009 podría suponer el punto de inflexión para que triunfen las primeras fusiones transnacionales a gran escala. Hasta ahora apenas se han dado algunas operaciones de este tipo, como la venta del holandés ABN Amro al consorcio integrado por Santander, Royal Bank of Scotland y Fortis. Además de las uniones para ganar tamaño, los expertos consideran que las entidades llevarán a cabo una reorganización de su negocio. Auguran que muchos bancos optarán por dividir su actividad de banca comercial y la de inversión y otros preferirán desprenderse de las actividades consideradas menos estratégicas.
Supervisión
Los supervisores han quedado en entredicho en la actual crisis, al poner de manifiesto que los sistemas de control sobre las entidades han fallado por completo. Se ha pasado por alto la comercialización de productos de alto riesgo o un fraude piramidal como el cometido por Madoff. Por ello, las autoridades son conscientes de la necesidad de emprender profundas reformas que impidan que se vuelvan a cometer los mismos errores. Las agencias de rating, que han calificado como triple AAA muchos de estos productos subprime, también están bajo revisión.
Productos
Más aversión al riesgo y productos más sencillos. Los ahorradores demandan ahora inversiones más conservadores y sin letra pequeña. Es de esperar, por tanto, que las entidades pongan el acento en la comercialización de productos menos complicados, al mismo tiempo que extremarán sus controles de riesgo para evitar el aumento de la morosidad.