Yamaha sitúa a un directivo japonés como nuevo consejero delegado en España
Relevo en la cúpula de la filial española de Yamaha. El grupo nipón fabricante de motocicletas y ciclomotores ha decidido nombrar al ejecutivo japonés Nakamasa Iwase nuevo consejero de la empresa en España. Iwase toma el relevo de Jorge Lasheras, que durante los últimos 10 años ha estado al frente de Yamaha España.
La compañía ha decidido proceder al relevo ya que Lasheras ha superado la edad límite (65 años) que fija la compañía para permanecer en el cargo. La llegada de Iwase, hasta ahora director general técnico de Yamaha Motor, también supone en la práctica la separación de los cargos de consejero delegado y presidente, que hasta la fecha coincidían en la persona de Lasheras. Yamaha mantendrá a este directivo como presidente de la compañía, aunque no está definido si contará con funciones ejecutivas.
La trayectoria de Jorge Lasheras en la empresa se remonta al año 1974, cuando se incorpora a Yamaha Motor Europe en Ámsterdam como responsable de la División de Marketing de Motocicleta. El ejecutivo mantuvo esas funciones hasta el año 1981. Posteriormente, pasó a ocupar el cargo de responsable de Marketing para toda Europa y finalmente es nombrado director de Proyectos de Expansión Comercial e Industrial también para toda Europa, hasta que se incorporó a Yamaha España.
Por su parte, Iwase lleva tres años en la filial española y había trabajado anteriormente en diversas plantas de la multinacional en Europa, como las de Italia y Holanda. Los cambios en la dirección serán efectivos a partir del próximo 1 de enero de 2009. La compañía japonesa ha manifestado recientemente que tiene una 'visión a largo plazo' para su planta española, en la que empezará a fabricar tres nuevos modelos de motocicletas hasta 2011.
Yamaha se ha comprometido a no reducir la plantilla fija de su planta de Palau-Solità i Plegamans (Barcelona). Esta factoría dispone de unas instalaciones de 33.400 metros cuadrados sobre una superficie de más de 100.000 metros cuadrados. La planta catalana, que cuenta con una plantilla superior a las 300 personas, cerrará el año con un volumen inferior al previsto inicialmente, de 92.000 unidades.